Cada día 32 barcos transitan por las esclusas del Canal de Panamá. Fotografía: Autoridad Canal de Panamá.
La sequía también afecta al transporte marítimo internacional. Un punto estratégico clave en el tránsito de grandes barcos mercantes como es el Canal de Panamá está viendo afectada su operativa por el bajo nivel de las aguas que alimentan su sistema de esclusas. Esto está originando un auténtico atasco de barcos a la espera para cruzar por esta vía que tendrá consecuencias en los costes y los precios finales de la mercancía transportada.
Los datos que constan en la web de la Autoridad del Canal de Panamá confirman que a día de hoy hay 132 buques en espera para cruzar la vía en alguno de los dos sentidos, cuando lo habitual es que esta cifra se sitúe en alrededor de 90 buques. Cada día transitan 32 barcos por las esclusas. Las navieras afectadas hablan ahora de esperas de 14 días para cruzar el Canal aunque la autoridad responsable de esta infraestructura afirma que la espera para barcos sin reserva se sitúa de media estos días entre los 9 y los 11 días. Estos retrasos significan una gran pérdida de dinero para las navieras afectadas. Los más afectados son los buques graneleros o gaseros, sobre todo pues la imprevisión de sus calendarios les impide reservar plaza con antelación para cruzar el canal.
Existen alternativas al paso por el Canal de Panamá como el Canal de Suez o el Cabo de Buena Esperanza en el caso de mercancías procedentes de Asia (el 40% de los contenedores con destino a Europa desde este continente pasa por el Canal de Panamá).
En la imagen de esta mañana de Marine Traffic se observa el atasco de barcos en las dos entradas del Canal.
Una de las decisiones de la autoridad responsable de la vía para compensar el menor flujo de agua ha sido reducir el calado permitido para transitar por la vía de 15,2 a 13,4 metros. Esto supone pérdida de capacidad de transporte, con la consecuente disminución de ingresos. Otra opción es que los barcos desembarquen parte de su carga antes de pasar por el canal para que sea transportada por tierra y reingresarla a bordo a la salida del buque de la vía, con el consiguiente aumento de gastos.
Una tercera alternativa para los buques sin reserva de paso es acudir a una de las subastas en las que se vende al mejor postor un turno de paso por el canal con precios que pueden alcanzar los 700.000 dólares por saltarse la cola.
Cualquiera de las alternativas supone un incremento de costes que pueden llegar a ser del 40 o 50 por ciento y todo ello tendrá repercusión en los precios de los productos transportados que al final de la cadena asumirá el consumidor.
La afectación del caudal del sistema de esclusas, que necesita 200 millones de litros de agua para el transporte de cada barco, se debe a uno de los dos años más secos desde que se tienen registros en el país centroamericano. Las precipitaciones han descendido entre el 30 y el 50 por ciento según las zonas. Los lagos artificiales que abastecen al Canal, Gatún y Alajuela, que también surten de agua potable a la mitad de la población panameña, viven horas muy bajas y lo peor es que se espera que el fenómeno de El Niño empeore la situación. De momento, la Autoridad del Canal de Panamá ya estima que este año sus ingresos bajarán 200 millones de dólares.
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