Los GEAS recuperaron el brazo de uno de los turistas heridos.
“La velocidad era inadecuada y temeraria”. Ricardo Maldonado, capitán de navío y con experiencia como profesor de navegación de la Escuela Naval Militar, ha prestado declaración esta mañana en calidad de perito en el juicio contra el patrón que arrolló a dos bañistas en la playa de Es Trenc (Mallorca), provocando la amputación de un brazo a uno de ellos y de una pierna al otro. El accidente ocurrió en julio de 2018 y la vista oral se está desarrollando desde ayer ante el Juzgado de lo Penal número 4 de Palma.
Según Maldonado, es notorio que en las zonas de fondeo puede haber gente nadando y, por tanto, es necesario navegar con gran precaución, a no más de tres nudos, para poder reaccionar ante cualquier situación de riesgo.
El acusado, que se enfrenta a una pena de prisión por dos delitos de lesiones y al pago de una indemnización de más de dos millones de euros, confesó en la primera sesión de la vista oral que en el momento del impacto iba a una velocidad de entre 18 y 22 nudos.
De acuerdo con el informe elaborado por Maldonado a instancias de la acusación particular, el impacto se produjo en la superficie. Esta conclusión se basa en los daños sufridos por el hidropropulsor que las víctimas utilizaban para desplazarse. “Si hubiesen estado sumergidos, la hélice solo habría alcanzado a los bañistas; y en el caso de que el impacto hubiera tenido lugar en el momento en que éstos emergían, los daños estarían en la parte delantera”, explicó el perito, para quien no hay duda de que cabe aplicar en este caso el Reglamento Internacional de Prevención de Abordajes (RIPA), por mucho que el hidropropulsor no tenga consideración de buque o embarcación. “La lancha sí lo es y eso ya es suficiente”.
Otra prueba pericial de relevancia fue la aportada por el ingeniero naval Lorenzo Balaguer, quien sostuvo que, teniendo en cuenta las declaraciones de los testigos visuales, el accidente acaeció a un máximo de 27 metros de la embarcación fondeada de las víctimas. Esta afirmación confirmaría la tesis de la Fiscalía relativa a que ambas se encontraban cerca de su nave cuando fueron arrolladas.
En la sesión de hoy también ha declarado un miembro del Grupo de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil (GEAS). Ha asegurado que la zona del suceso fue señalizada cuando ya había caído la noche, a partir de la información facilitada por varios testigos, y que no se pudo encontrar el brazo amputado de uno de los heridos hasta la mañana siguiente, cuando ya era imposible tratar de reimplantarlo. En el caso del otro herido, la amputación se realizó en el quirófano debido a la gravedad de las heridas provocadas por la hélice del motor fueraborda.
El juicio se reanudará mañana, en que está previsto que quede visto para sentencia tras los informes de conclusiones finales de las partes: Fiscalía, acusación particular y defensa.