Las obras emprendidas por la Autoridad Portuaria y el Ayuntamiento de Palma en el Paseo Marítimo de Palma están provocando no sólo molestias a los vecinos, sino importantes pérdidas económicas a comercios y empresas del sector náutico. Las autoridades se limitan de momento a pedir paciencia, pero los comerciantes temen que sus negocios no resistan la duración de la reforma.

Uno de los puntos que más afecta a las empresas náuticas es la eliminación de mil plazas de aparcamiento y las dificultades de los profesionales del sector para cargar y descargar material en la zona marítima.

La APB intentará paliar esta situación mediante una “campaña de publicidad para informar sobre las zonas de aparcamiento, los cargas y descargas y el desarrollo de las obras”, ha avanzado Manuel Jiménez, presidente de la Asociación de Comerciantes e Industriales del Paseo Marítimo (ACOIPAM) tras reunirse con directivos del organismo portuario.

Los diferentes sectores incluidos en ACOIPAM, ente ellos el náutico, han recalcado que es necesaria una coordinación permanente y continuada con las diferentes administraciones para minimizar el impacto de las obras.

En este sentido, Jiménez ha anunciado que el próximo 13 de febrero tendrá un encuentro con el alcalde de Palma, José Hila, y las áreas de Mobilitat y EMT; y que también se reunirán con el conseller de Model Econòmic, Turisme i Treball, Iago Negueruela, para solicitar ERTEs y otras ayudas económicas.

“Queremos que nos concedan rebajas en las tasas de basuras o el IBI para salvar a la mayor cantidad de empresas posibles. Las empresas van a mantener en la medida de sus posibilidades su actividad, pero vamos a pasar momentos complicados. El negocio pequeño es el que más va a sufrir”, ha añadido.

El sector náutico está representado en ACOPIAM por el director del Club de Mar Mallorca, José Luis Arrom, y por el directivo de la Asociación de Empresas Náuticas de Baleares Carlos Petisco, responsable de la Escuela del Mar.