Dos veleros sin rumbo en menos de cuatro horas. Los ataques de orcas que el verano pasado obligaron a restringir los movimientos de estas embarcaciones en aguas de Barbate, en Cádiz, vuelven a repetirse y, en este caso por duplicado.

Los dos casos ocurrieron ayer, miércoles. El primero de los incidentes lo sufrió el catamarán Zina, de 12 metros de eslora, que fue atacado por los cetáceos según se puede ver en el video difundido por Salvamento Marítimo cuando navegaba a 2,2 millas de Barbate. Su único tripulante comprobó que el barco quedaba sin rumbo tras romper las orcas su timón y tuvo que pedir asistencia por radio. El Centro de Salvamento Marítimo de Tarifa envió a la zona la Salvamar Enif, que se hizo cargo de remolcar el catamarán hasta el puerto de Barbate.

Sin embargo, el propio Salvamento Marítimo notificó cuatro horas después que había recibido otra petición de asistencia por parte del velero de bandera francesa Sixties en la misma zona. El motivo fue exactamente el mismo. Las ballenas habían dañado el timón y se tuvo que repetir la operación de remolque del barco hasta el mismo puerto gaditano.

Recordemos que el verano pasado la Capitanía Marítima de Cádiz se vio obligada a prohibir hasta el 7 de septiembre la navegación en la ensenada de Barbate de veleros de menos de 15 metros de eslora, principales víctimas de estos ataques. Se había desatado una auténtica plaga de encuentros con orcas en los que los cetáceos conseguían dejar a las embarcaciones sin timón, con el riesgo que conlleva para la navegación. En concreto, se registraron 69 encuentros en la misma zona durante el verano y en 30 de los casos fue necesario remolcar la embarcación a puerto por los daños sufridos.

Las recomendaciones que entonces difundió Salvamento Marítimo concretaban que en caso de encuentro con estos cetáceos lo oportuno es dejar el timón quieto y alineado con el casco del barco, detener la embarcación plegando velas y parando la máquina y no asomarse por la borda ni gritar.

Los especialistas hablan incluso de un subtipo de orca que han denominado 'orca ibérica' del que han elaborado un censo de entre 50 y 52 individuos repartidos en cinco grupos. Esta ‘orca ibérica’ pasa la época estival en aguas del Estrecho a la espera del paso de los atunes de los que se alimentan. Las orcas pueden alcanzar una longitud de hasta 9 metros en el caso de los machos y nadan a velocidades de 50 kilómetros por hora.

El responsable del Centro de Interpretación de Cetáceos y Aula del Mar de Tarifa (CICAM), Francisco Gil, que lleva décadas estudiando y filmando a las orcas en la zona opina que estos ataques son la respuesta de estos mamíferos marinos a las agresiones que han sufrido desde los barcos por parte de los seres humanos en otras ocasiones. Gil detallaba en el programa Españoles en la Mar de Radio Exterior de España que ha podido contemplar cicatrices en la piel de los ejemplares de este grupo e incluso una de las ballenas todavía llevaba clavado un bichero.

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