El Govern de les Illes Balears ha hecho un primer balance de la declaración de reserva marina en es Freus de Sa Dragonera y afirma que, nueve meses después, ya se empiezan a ver resultados positivos.
Diferentes estudios científicos previos en la declaración de la reserva marina, en particular los censos visuales realizados en julio de 2016, habían demostrado que los recursos pesqueros de Sa Dragonera se encontraban muy menguados respecto de los que potencialmente podían ser, pero que presentaban una gran capacidad de recuperación atendidas las características físicas del espacio.
En las reservas marinas de Baleares, uno de los primeras efectos de la protección es la aparición de meros y escorballs, que poco a poco pasan a ser las especies dominantes en términos de biomasa en sustitución de los espáridos, a pesar de que los sargos y las variadas continúen siendo las especies más abundantes en número de individuos.
Este es el caso de la isla del Toro, donde al poco de la declaración de la reserva marina ya se registró un aumento de la biomasa de meros y escorballs, la cual, a los pocos años superó el 50% de la biomasa total de pescados. Actualmente, estas especies emblemáticas representan el 75% de la biomasa de pescados comerciales del Toro.
En Sa Dragonera, nueve meses después de la declaración de la reserva marina, ya hay señales evidentes que estos cambios se están produciendo. Los buceadores que visitan habitualmente la zona así lo han comunicado a la Dirección General de Pesca y Medio Marino.
Estas especies permanecían escondidas a gran profundidad, fuera del alcance de la pesca submarina. Una vez esta actividad se ha eliminado, los peces están recuperando las aguas más superficiales que son su hábitat natural.