El uso de las redes de pesca en desuso como materia para realizar impresiones en 3D es una de las posibilidades que plantea Marc Masmiquel Mendiara, especialista en proyectos de desarrollo sostenible, ecodiseño y economía circular, que ayer presentó su investigación en la Cámara de Comercio de Mallorca
Su libro, titulado "Investigación para reciclaje de residuos microplásticos y bioplásticos y su transformación en filamentos sostenibles para impresión 3D" es fruto de la beca medioambiental otorgada por el puerto deportivo Alcudiamar.
El director general de Alcudiamar, Bartomeu Bestard, señala que este puerto deportivo siempre ha estado comprometido con el desarrollo sostenible y afirmó que “esta segunda edición la beca demuestra que es posible conjugar economía, riqueza y ecología. Este es un proyecto de investigación extraordinario y que supone hacer algo en positivo por nuestros mares”.
Marc Masmiquel asegura que se pueden reciclar casi todos los polímeros termoplásticos, que son los que usamos habitualmente, entre ellos los bioplásticos que hemos usado para la impresión 3D y otros técnicos como la poliamida o el nylon que se usa para las redes de pesca. “Este es uno de los residuos marinos más habituales y tiene un gran potencial porque es un plástico muy duro, bueno y resistente”.
El estudio tipifica el estado de madurez tecnológica y evidencia que se necesitan unas máquinas que son relativamente económicas. La clave está en la separación de los residuos a nivel local, “lo podría hacer un municipio pequeño, un puerto deportivo o una empresa concienciada”, apuntó Masmiquel .
El investigador remarcó que la conversión del plástico en material de impresión “es un procedimiento que no necesita mucha energía y se divide en 12 pasos en lo que trituras, secas y filamentas. Lo más difícil es separar los distintos tipos de basura plástica”.
Se recicla una pequeña parte del residuo plástico y denuncia que hay cierta opacidad sobre los usos que se le da al plástico. Cómo podemos trazar la basura hasta que se convierte en otra cosa y en que se ha convertido esto es imposible de contestar en ningún informe de las empresas que gestionan los residuos.
El informe confirma que los termoplásticos se pueden reciclar un promedio de 10 veces sin perder sus características y que incluso se puede alargar aún más su vida si se remezclan con fibras vírgenes de plástico, por lo que la vida del plástico es muy larga.