
Me escribió por WhatsApp un papá del colegio pidiéndome por alguna lectura veraniega. Les corto-y-pego la conversación. No hay ninguna novedad, las habré comentado anteriormente en esta columna pero siguen siendo perfectos para llevar a bordo esta temporada.
-Hola, Diego. No sé si te ha llegado a sonar el teléfono, te he llamado sin querer, pero me gustaría hacer una consulta. ¿Me puedes recomendar algunas novelas de temática náutica?
-Sí, claro. Mañana te hago un listado. Pero si quieres puedes mirar en la Gaceta Náutica. Tengo un par de columnas sobre libros ahí.
-¡¡Ah!! Super. ¡¡Gracias, Diego!!
-Ahí van: Libros de aventuras para Sant Jordi / Libros bajo la toldilla / Corran a comprar El tesoro del Cisne Negro. A mí me gustan mucho los libros de aventuras. Jack London tiene muchos cuentos y hace pocos años los sacaron todos en tres volúmenes, pero puedes empezar con Siete cuentos de la patrulla pesquera. R.L. Stevenson escribió La isla del tesoro pero también tiene muchos cuentos marítimos. La cumbre es Joseph Conrad, La línea de sombra está muy bien, Lord Jim es el libro que más me ha impresionado jamás. Y de esta época, Arthur Conan Doyle -el de Sherlock Holmes- tiene también unos cuentos muy chulos: Piratas y mar azul. Que no sean narrativa, están Manual de navegación para fenicios de Lluís Ferres Gurt, Náufrago voluntario de Alain Bombard o La segunda guerra mundial en el mar de Craig symonds. Cualquier libro de editorial juventud, los de los lomos amaralillos: https://www.editorialjuventud.es/autores/moitessier-bernard. Si después de leer un libro de Moitessier no te subes a un barco con intención de cruzar todo el Mediterráneo es que no tienes sangre en las venas. Posiblemente las mejores lecturas veraniegas. ¡Ahí lo dejo!
-He comprado dos y he encargado otro. Es que es lo único que me apetece leer este verano. Leí uno que no me acuerdo como era el título de un velero que iba persiguiendo a un barco de carga gigante, muy bueno también.
-El cazador de barcos.
-Sí. Ahora me he acordado del nombre... Leviatán, creo
-Sí, ese es el carguero.
-Sí. Me encantó.