Patrullera de la Guardia Civil con un grupo de migrantes interceptados en Mallorca. / Foto: Luis Fernández.
El presidente del Consell de Mallorca, Llorenç Galmés, ha asistido a la Conferencia de Presidentes convocada por la presidenta del Govern de las Islas Baleares, Marga Prohens, en la que se ha abordado la problemática de la llegada de menores no acompañados a las costas baleares. Durante la reunión, Galmés ha subrayado la necesidad urgente de que el Gobierno central asuma su responsabilidad en la gestión de esta crisis y ha señalado que «la situación de Mallorca es crítica, estamos al límite de nuestra capacidad».
«El sistema de acogida de menores de Mallorca está desbordado. Necesitamos más espacios, más recursos económicos, ayuda técnica y más apoyo del Gobierno central», ha declarado Galmés. Actualmente, el Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS) atiende a 310 menores migrantes no acompañados, lo que representa el 54 % del total de menores del sistema residencial de la isla. Además, ha expuesto que los centros propios sufren una sobreocupación del 40 %. Ante esta situación, el presidente del Consell de Mallorca ha anunciado que se tendrá que recurrir a soluciones residenciales de emergencia, como tiendas de campaña, si el ejecutivo central no cede espacios de manera inmediata.
Durante la Conferencia de Presidentes, Llorenç Galmés ha solicitado la declaración del estado de emergencia en Mallorca para agilizar los trámites administrativos necesarios y poder responder de manera rápida y eficaz a las llegadas de menores no acompañados. El presidente de la institución insular ha destacado que, desde el comienzo del año, ya han llegado 202 menores no acompañados a la isla, cifra que supera la del año pasado, y las previsiones indican que el número podría superar los 300 antes de fin de año. Esto representa un incremento de más del 300 % respecto a 2021, el año que marcó un punto de inflexión en la llegada de menores migrantes. El presidente Galmés ha lamentado que «este hecho genera una tensión insostenible en los recursos y centros de acogida de la isla».
En la rueda de prensa posterior a la reunión, el presidente Galmés ha señalado que «la inacción del Gobierno central y la falta de una política migratoria eficaz están poniendo en riesgo no solo el bienestar de los menores, sino también la calidad de los servicios públicos en Mallorca». Galmés ha recordado que hace dos meses solicitó una reunión con la Delegación del Gobierno y que, por ahora, aún no se ha celebrado.
Asimismo, el presidente Galmés ha explicado que, aunque la protección de menores es una competencia propia de los consejos insulares, ni la legislación ni el sistema de protección se concibieron para atender a menores migrantes no acompañados. Por tanto, ante la crisis migratoria actual, el Gobierno central debería implicarse en la gestión de los menores migrantes no acompañados.
El presidente concluyó haciendo un llamado a Pedro Sánchez para que escuche las demandas de los ciudadanos de Mallorca: «No podemos seguir soportando esta situación solos. El Gobierno central debe implicarse, declarar a Baleares como una ruta migratoria y ofrecer soluciones que incluyan la cesión de espacios y la implementación de políticas en los países de origen para reducir las llegadas».