A pesar de un "nuevo y peor" rating, la temporada 2021 fue positiva para la tripulación internacional del velero tradicional "MeerBlick Classic" del patrón alemán Otto Pohlmann. Los trabajos de mantenimiento del barco de 104 años de antigüedad, diseñado por el legendario arquitecto naval noruego Johan Anker, habrían provocado una mayor desventaja en el certificado SIM (calculada en una penalización de 40 segundos por milla náutica navegada), así como su agrupamiento con embarcaciones de mayor porte para competir en las distintas regatas clásicas del Mediterráneo.
Sin embargo, el equipo de la armadora Gabriele Pohlmann, bajo la bandera del Real Club Náutico de Palma (Mallorca/España) y con Albert Schweizer (Bremen) en la táctica, llegó a ganar la "plata" en La Belle Classe Regata del Principado de Mónaco.
Las regatas de finales de verano de la escena clásica en la Costa Azul, atrajeron los mejores barcos clásicos del siglo y a sus renombrados propietarios, así como a patrones muy condecorados desde Mónaco a Antibes y de Cannes hasta Saint-Tropez.
82 de los casi 200 barcos participantes en Les Voiles des Saint-Tropez fueron construidos en los primeros 20 años del siglo pasado. El punto culminante para el "MeerBlick Classic" de Pohlmann fue la décima edición del Trofeo de los Centenarios (Trophée des Centenaires) anunciado por el Club Náutico de Gstaad, en el que los yates recibieron sus tiempos de salida según un sistema de regatas simplificado (contrarreloj).
El primero en llegar a la línea de meta y, por lo tanto, campeón defensor de 2019, fue el "Olympian" (Clase P de 1913) con Bruno Troublé (Francia) a la cabeza, que organizó los desafíos de la Copa Louis Vuitton de las Américas durante décadas. Después de una emocionante regata de más de 14 millas, "MeerBlick Classic" de Otto Pohlmann cruzó la línea en 6ª posición, de un total de 19 embarcaciones históricas.
Las anteriores regatas se caracterizaron por unas condiciones de viento extremas, similares a las de toda la temporada, encontrando el límite en Antibes, donde por seguridad se tuvo que tomar la difícil decisión de abandonar la regata. "Con 35 nudos de viento, no tenemos nada que hacer en el campo de regatas", comenta Pohlmann, "el riesgo de romper aparejos en las embarcaciones históricas es demasiado alto". Así que, por razones de seguridad, el patrón renunció a una de las cuatro regatas en Saint-Tropez y terminó quinto, al igual que en la 43ª edición de las Régates Royales en Cannes. "Frente a los rivales, a menudo mucho más grandes, los campos de regatas con pocos recorridos cruzados tampoco ofrecían apenas carriles de adelantamiento táctico", resume el patrón de Düsseldorf.
El punto culminante para el “MeerBlick Classic", de 15,54 metros de eslora, fue al comienzo de la temporada. Por invitación, 70 embarcaciones clásicas acudieron al Yacht Club de Mónaco, para participar en La Belle Classe Regata, consiguiendo un segundo, un tercero y otro segundo puesto y sólo tuvo que admitir la derrota contra el "One Wave" de 1948, bajo la dirección de William Borel. "Hemos navegado mucho mejor que en la primera temporada en 2020", analizó Albert Schweizer, "aunque esto no se refleje necesariamente en las listas de resultados debido al hándicap en el rating, la tripulación formó un gran equipo, trabajando espectacularmente en las maniobras".