Francina Armengol, durante su intervención sobre los posicionadores dinámicos en el Parlament.
La presidenta del Govern, Francina Armengol, ha reconocido hoy en el Parlament que la prohibición de los posicionadores dinámicos para la pesca recreativa se acordó con las cofradías de pescadores dejando al margen del debate a los aficionados a la pesca.
Josep Melià se ha referido en una pregunta al Govern en la sesión parlamentaria de esta mañana al afán del ejecutivo autonómico de prohibir por prohibir. “En Baleares existen miles de licencias de pesca y se trata de una actividad muy enraizada y muy tradicional”, ha argumentado. Los posicionadores dinámicos, en su opinión “son unos aparatos inocuos para el medio ambiente y que no afectan a las cuotas de pesca de las licencias recreativas” y ha terminado exhortando a Armengol: “¿Piensa continuar con esta prohibición absurda?”.
La presidenta ha negado que se tratara de una prohibición, sino de “una regulación para la pesca recreativa” y ha argumentado que para tomar esta decisión “buscamos el acuerdo con el sector más representativo, lo que creemos que es el interés general, en este caso, las cofradías de pescadores”.
Sin embargo, los datos no dan la razón a la presidenta del Govern. Si se trata de una cuestión de representación, las cifras del Informe Mar Balear referentes al año 2021 estiman que la flota pesquera profesional en Baleares suma en total a 490 tripulantes repartidos entre 33 barcos de arrastre y 249 barcas de artes menores. El mismo informe contabilizaba para el mismo año en las Islas 12.644 licencias de pesca desde embarcación, sin tener en cuenta las licencias de pesca individual (34.415), ni las de pesca submarina (1.451) o deportiva (696).
Podría argumentarse en todo caso que esta decisión se ha tomado para proteger y favorecer a una actividad tradicional y un sector en franco retroceso en las últimas décadas, pero no por una cuestión de representatividad.
En su respuesta a la pregunta formulada por El Pi, Armengol ha explicado que el objetivo de esta prohibición es “regular el uso de unos motores específicos que posibilitan que algunas barcas recreativas estén continuamente encima de la pesquera y por tanto abusen de esta situación de pesca” y ha concluido: “Sí, creemos que es justo repartir la pesquera. Eso lo piden las cofradías de pescadores, muchos pescadores recreativos y lo pide mucha gente de la pesca recreativa”.
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