
Imagen de la ballena totalmente enredada antes del rescate el viernes pasado en Mallorca. Fotografía: Pedrosub
No pudo ser. Las dos horas de esfuerzo denodado de cuatro buceadores que consiguieron liberar cerca de Cala Millor una ballena jorobada de 12 metros totalmente atrapada por una red de deriva el pasado viernes no han logrado al final salvar la vida del cetáceo.
Una semana después el animal ha muerto en la costa valenciana, en el municipio de Tabernes de Valldigna, como consecuencia de las lesiones y heridas que sufrió durante el tiempo que estuvo atrapada por la 'red asesina' que la cazó sin piedad. El animal llegó a la costa muy débil y con graves heridas en la aleta dorsal, factores que al final han acabado con su vida.
Recordemos que las redes de deriva están prohibidas por la Unión Europea desde 2002. El presidente de la Federació Balear de Confraries de Pescadors, Domingo Bonnín, no duda en poner la mano en el fuego para afirmar que esas redes no provenían de ningún barco balear o del resto de España. “Son unas redes de varias millas, muy voluminosas e imposibles de ocultar ante cualquier inspección de las que nos hacen habitualmente. Nadie se arriesgaría aquí a llevarlas porque las sanciones son altísimas”.
Estas circunstancias dejan traslucir que lo más probable es que estas redes ilegales y asesinas fueran caladas por un barco procedente de otro país. De hecho, como se recuperó un trozo de la red en la operación de rescate, las autoridades ya han realizado pesquisas para averiguar su posible procedencia.
El pasado viernes, poco después del mediodía el velero Nereida detectó la presencia de la ballena atrapada a poco más de una milla de la costa en la zona de Punta de n’Amer, en Cala Millor. El barco dio aviso a las autoridades y con la máxima urgencia se puso en marcha la operación de rescate en la que participaron cuatro buceadores de los centros Skualo y Albatros Diving Center, siempre bajo la coordinación de Palma Aquarium. El fotógrafo submarino Pedro Riera, Pedrosub, les acompañó en la inmersión y documentó gráficamente las dos horas de trabajo con las que consiguieron liberar a la ballena jorobada atrapada.
El equipo de rescate pudo contemplar con ilusión y alegría cómo el animal se volvía a adentrar en el mar una vez liberado de su jaula de malla. Parecía nadar con soltura y pensaron que tal vez conseguiría recuperarse. Sin embargo, una semana después, la noticia de su muerte ha truncado sus esperanzas.
CONÉCTATE AL PODCAST DE GACETA NÁUTICA