La patera naufragada con 17 personas a bordo, tres de las cuales siguen desaparecidas, habría zarpado de Argelia el lunes 27 de septiembre y permanecido a la deriva durante una semana, según se desprende del testimonio de los tripulantes rescatados por los servicios de emergencias ayer en aguas cercanas al archipiélago de Cabrera. Este periodo coincide con una de las mayores oleadas de inmigración ilegal registradas en Baleares. La semana pasada arribaron a distintos puntos del litoral balear 19 pateras, con 257 personas a bordo.
Las mafias que controlan el tráfico de seres humanos en la ruta Argelia-Baleares organizan grandes oleadas para desbordar a los fuerzas de seguridad y conseguir que una parte de las embarcaciones no sean interceptadas. El naufragio de Cabrera ha demostrado, por primera vez, que, a pesar de la escasa distancia, la ruta de inmigración ilegal entre el Norte de África y Baleares no está exenta de peligros.
El capitán del velero de regatas Rainbow, de 40 metros de eslora, puso en alerta a las autoridades de Baleares tras avistar a varias personas flotando a unas ocho millas al oeste de Cabrera. El aviso se dio exactamente a las 16:08 horas de ayer lunes.
La tripulación consiguió rescatar a dos de ellas, que no llevaban chaleco salvavidas y se encontraban en estado de shock, y siguió realizando batidas en la zona a la espera de la llegada de la Salvamar Libertas, con base en Puerto Portals.
Las primeras informaciones hablaban de 17 cadáveres flotando, aunque, a medida que avanzó la operación de rescate, se descubrió que todos los náufragos, salvo los tres que todavía no han aparecido, estaban con vida.
La delegación del Gobierno emitió un comunicado oficial a las seis de la tarde en el que indicaba que nueve de los auxiliados habían logrado permanecer a bordo de la patera y otros cinco habían sido rescatados en el mar. Todos ellos son varones jóvenes o de mediana edad.
La confusión inicial con los datos ha sido atribuida a la dificultad de las comunicaciones y al mal estado de la mar, con olas de 2 y 3 metros de altura y los restos de un temporal de Fuerza 7.
Los rescatados dijeron que llevaban una semana a la deriva. La patera, siempre según esta versión, habría zarpado de Argelia el 27 de septiembre con la intención de alcanzar las costas de Baleares. Se baraja la hipótesis de que se juntaran en un mismo barco los ocupantes de dos botes tras el hundimiento de uno de ellos. Varios de los náufragos se lanzaron al mar en cuanto creyeron que podrían alcanzar la costa a nado.
En un punto sin concretar de la travesía, la embarcación se quedó sin gobierno hasta que ayer fue alcanzada por el temporal. Los servicios de emergencia aseguran que todos los rescatados estaban “agotados” debido a las penurias sufridas durante los días en que estuvieron vagando sin rumbo por el Mar Balear.
Recorrido realizado por la SAR Mesana para tratar de localizar a los náufragos.
Salvamento Marítimo mantiene activo el operativo de búsqueda de los tres desaparecidos. La SAR Mesana ha permanecido toda la noche en la zona del naufragio.