“No habrá emisario submarino en la playa de Son Bauló”. El alcalde de Santa Margalida, Joan Monjo, anunció ayer que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha renunciado finalmente a construir la polémica tubería submarina para verter las aguas residuales del municipio en la Bahía de Alcúdia. El proyecto, cuya licitación había sido autorizada en abril de 2023 tras recibir la calificación de interés general del Estado, “no saldrá adelante”, según reveló Monjo en el trascurso de la cena de conmemoración del 75 aniversario del Club Nàutic de Can Picafort, acto que tuvo lugar anoche en Ses Cases de Sant Martí.
El proyecto publicado en 2017 en el Boletín Oficial del Estado (BOE) contemplaba la desembocadura del emisario de la depuradora en el entorno de una gran pradera de posidonia, tal y como se aprecia en el gráfico adjunto elaborado por Gaceta Náutica mediante la superposición a escala del plano del emisario y la cartografía oficial del Govern balear (IDEIB).
El Ayuntamiento de Santa Margalida se opuso frontalmente desde el primer momento a la construcción de esta infraestructura, por considerarla innecesaria y perjudicial para el medio ambiente. La tubería submarina destinada a verter las aguas residuales no reutilizadas al mar hubiese atravesado necesariamente un Lugar de Interés Comunitario de máxima protección. Pese a ello, el Gobierno pretendía financiar la obra en un 80% con fondos europeos Next Generation, destinados a la recuperación tras la pandemia y enfocados a los objetivos de sostenibilidad 2030.
Con todo, Gobierno decidió hace algo más de un año “la elaboración de un nuevo estudio ambiental, que permita tramitar, de manera conjunta, la solución finalmente proyectada” en lo referido a colectores, estaciones de bombeo de aguas residuales, EDAR, balsa de regulación y emisario. Al final, según dijo ayer el alcalde de Santa Margalida, ha optado por renunciar al proyecto.
Monjo, fuertemente ovacionado por los asistentes tras anunciar “la primicia”, agradeció las informaciones publicadas por Gaceta Náutica sobre las consecuencias de los vertidos de aguas residuales al mar y su “colaboración” en la denuncia periodística del proyecto del emisario de Son Bauló.
Como alternativa al emisario, Santa Margalida propone reutilizar el agua para una mayor sostenibilidad ambiental y económica. El Ayuntamiento mallorquín apuesta por la modificación de la actual depuradora de Muro-Santa Margalida, a fin de dotarla de un sistema de depuración terciaria del agua.
Juan Mateo Horrach, ingeniero industrial, asegura que hoy en día existe “capacidad técnica y económica” para realizar un tratamiento avanzado del agua residual sin necesidad de veterla al mar. “Seguir apostando por los emisarios es un error. Se deberían suprimir como sistema de tratamiento porque tienen un efecto sobre el mar mucho peor del que se pensaba inicialmente”, señala.
El técnico apunta que el agua regenerada por la depuradora de Muro-Santa Margalida se podría aprovechar para reequilibrar s’Albufera cuando se den situaciones de déficit de agua. Horrach señala que “hay muchas posibilidades de reutilización de aguas residuales en usos urbanos, agrícolas, industriales o ambientales, cada una con su correspondiente nivel de tratamiento”.