El atún rojo ha pasado de especie “En peligro” a “Preocupación menor” / Dan Abbott - Save the Med

El documental ‘La ciencia y el atún rojo. Ecología, oceanografía y conservación’ retrata la colaboración científica del IEO y la ICTS SOCIB en los últimos 10 años para mejorar la gestión de las pesquerías de atún rojo y desarrollar herramientas para la monitorización y conservación de esta emblemática especie.

El mar Balear es una de las zonas más importantes de reproducción del atún rojo del Atlántico, una especie de gran interés a nivel ecológico y pesquero y que, debido al auge de su consumo, llegó a estar en una situación de riesgo.

En este contexto, el Instituto Español de Oceanografía (IEO, CSIC) inició en 2001 un amplio programa de investigación para estudiar el efecto de las condiciones ambientales en la ecología reproductiva y larvaria del atún rojo en esta importante área, con el objetivo de desarrollar nuevas herramientas para su monitorización y conservación. En 2011 dicho programa recibió un nuevo impulso al unir esfuerzos el IEO y el Sistema de Observación y Predicción Costero de las Illes Balears (ICTS SOCIB), lo que permitió la continuidad de las campañas e incorporar nuevas herramientas de investigación.

Esta colaboración se ha plasmado en publicaciones científicas e informes de apoyo a la gestión del atún rojo y, ahora, en el breve documental ‘La ciencia y el atún rojo. Ecología, oceanografía y conservación’, que se estrenó el sábado con motivo del Día de la Costa Mediterránea. El documental cuenta con la participación de la Fundación Save the Med y con la financiación del proyecto europeo PANDORA, en el que participan ambas instituciones, y cuyo objetivo es mejorar los modelos actuales de evaluación para garantizar la sostenibilidad de los recursos marinos. El video puede verse en las plataformas web del SOCIB y de Planet Tuna.

Desde 2011, el IEO y la ICTS SOCIB trabajan juntos para mejorar el conocimiento del atún rojo del Atlántico, que recorre miles de kilómetros para reproducirse en aguas baleares, dando continuidad a los estudios en esta línea que inició el IEO en el 2001. Esta especie emblemática presentaba síntomas claros de sobreexplotación debido a la fuerte presión pesquera que venía sufriendo desde los años 70. En 2010, la reciente creación de la ICTS SOCIB abrió un nuevo campo de posibilidades que ha permitido ampliar el conocimiento de la ecología de la especie, sobre todo en lo que respecta a la influencia de la oceanografía local sobre la supervivencia larvaria y el comportamiento reproductivo.

Condiciones ideales para la reproducción

Por ejemplo, los resultados de estos estudios multidisciplinares han incrementado el conocimiento acerca de las condiciones de temperatura y alimento, así como las de corrientes y remolinos, que favorecen la retención de las larvas y hacen que las aguas de las Illes Balears sean una de las áreas de reproducción más importantes para el atún rojo y otras especies de túnidos como la albacora o el bonito.

Con la colaboración entre estas dos instituciones se han impulsado nuevas herramientas de apoyo a la gestión, como el Índice de Abundancia Larvaria, mejorando así el conocimiento del estado de las poblaciones, que han sido aplicadas por la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT), para establecer las cuotas de captura y otras medidas que han favorecido la recuperación paulatina del atún rojo entre 2010 y 2020. Este índice estima las tendencias de la población de atunes adultos a partir de las larvas encontradas en un momento determinado, integrando los efectos de la oceanografía local en la distribución de estas larvas. Su importancia viene dada, por un lado, porque es una fuente de información independiente de las estimaciones tradicionales obtenidas a partir de los datos de capturas pesqueras, y por otro lado, porque es un ejemplo práctico de cómo integrar la variabilidad ambiental en la monitorización de esta especie.

Gracias a una gestión pesquera basada en el conocimiento científico, en los últimos años la abundancia de atún rojo ha aumentado y la población se ha recuperado, pasando de la categoría “En peligro” a la de “Preocupación menor” en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). En los 10 años que han transcurrido entre una y otra categoría, se han aplicado medidas regulatorias como las cuotas o las tallas mínimas de pesca, entre otras. El desarrollo de un nuevo enfoque científico multidisciplinar, que integra la ecología marina y la oceanografía operacional, ha sido clave para el diseño de las medidas de gestión que han contribuido a esta recuperación.