La Fiscalía de Baleares ha solicitado tres años de prisión y el pago de indemnizaciones por valor de más de 2 millones de euros al patrón de una lancha que arrolló a dos bañistas en la playa de Es Trenc (Mallorca), provocando la amputación de una pierna a uno de ellos y de un brazo al otro. El juicio se celebrará los días 20, 21 y 22 de abril en Palma.
Los hechos, siempre según la versión de la acusación, se produjeron a las 19.30 horas del 27 de julio de 2018 en aguas de Es Trenc, cuando el ahora acusado, “prescindiendo de toda cautela y de las normas mínimas reguladoras de la navegación”, se adentró con su lancha en una zona con gran densidad de embarcaciones fondeadas, “siendo plenamente consciente de que ello podía suponer la presencia de bañistas”.
El sol se encontraba posicionado a 20 grados de la proa de la nave, lo que, unido a que el mar estaba rizado, dificultaba la visibilidad del patrón, quien, no obstante, “avanzaba a entre 20 y 22 nudos, una velocidad manifiestamente superior a la recomendada (…) y que impedía detener la embarcación en caso de improviso o emergencia”, de acuerdo con el relato del fiscal. En estas condiciones, la lancha, una Key Large 22 provista de un motor fuera borda, se aproximó a uno de los yates fondeados, dejando muy poca distancia lateral.
La acusación pública entiende que, debido a las circunstancias descritas, el patrón no se percató de la presencia de dos jóvenes alemanes (de 26 y 20 años) que se desplazaban por la superficie con un hidropropulsor modelo Seabob y los impactó de lleno.
Como consecuencia de la colisión, uno de los bañistas (el menor) sufrió la amputación inmediata del brazo izquierdo, mientras que su compañero quedó inconsciente debido a los fuertes traumatismos causados por la hélice de la lancha en su pierna izquierda, que tuvo que ser finalmente amputada. El brazo seccionado en el momento del suceso no pudo ser reimplantado por no recuperarse a tiempo del fondo marino, donde, no obstante, fue hallado horas después por un buceador de la Guardia Civil.
El escrito de acusación detalla las secuelas que las víctimas arrastrarán de por vida y recalca el elevado coste de mantenimiento y sustitución de las prótesis que ambos requieren, especialmente la de la pierna. La autonomía personal del herido más grave se verá muy mermada, dado que las lesiones sufridas le impiden andar con normalidad, conducir o practicar deporte, e incluso “la continuación de sus estudios”.
La Fiscalía reclama una indemnización de 1.446.967 euros para el joven que perdió la pierna y de 604.064 euros para su compañero. La embarcación que los arrolló, propiedad de la hermana del patrón, estaba debidamente asegurada mediante una póliza de responsabilidad civil suscrita con la compañía Zurich, si bien sólo cubre unos 200.000 euros para ambos heridos.
La defensa del acusado no ha aceptado llegar a un acuerdo por considerar que el accidente se produjo fuera de la zona de balizamiento para baño y la responsabilidad del accidente es, como mínimo, compartida. El abogado de los heridos ha presentado un informe pericial realizado por un experto marino en el que concluye que es imprudente navegar a más de 20 nudos entre embarcaciones fondeadas, pues es de todo el mundo sabido que junto a estas naves suele haber bañistas.
El fiscal califica los hechos como dos delitos de lesiones con pérdida de miembro principal por imprudencia grave y reclama los tres años de cárcel, además de las indemnizaciones citadas por la responsabilidad civil.