El crucero de aventuras Hanseatic Nature efectuó ayer su primera y única parada de la temporada en el puerto de Palma. Este barco forma parte de la Expedition Class de la compañía Hapag Lloyd. Fue botado hace tres años y es el primero de una serie de tres buques gemelos que apuestan por un turismo de cruceros muy diferente del que concebimos habitualmente. En este momento realiza un periplo por el Mediterráneo pero el destino para el que fue concebido es realizar navegaciones por rutas mucho menos habituales como la Antártida, el archipiélago Spitsbergen en el Ártico o el Amazonas.

La naturaleza de estos destinos hace imposible frecuentemente que sus pasajeros puedan ser dejados en puerto por lo que el Hanseatic Nature equipa 17 zodiacs, que son las responsables de desembarcar a sus privilegiados pasajeros, que también se pueden inclinar por realizar rutas en kayak. Mientras estén en el barco, expertos en diferentes campos relacionados con el destino visitado, ofrecen charlas para conocer en profundidad el paraje y todas sus circunstancias.

El Hanseatic Nature, igual que sus gemelos el Hanseatic Spirit y el Hanseatic Inspiration han certificado una Clase de Navegación Polar 6 (PC 6), la más alta posible para buques de pasajeros en aguas heladas, que le permite navegar en verano o en otoño en hielo medio nuevo que puede incluir trozos de hielo viejo.

Video promocional de los cruceros de la Expedition Class de Hapag Lloyd.

No tiene nada que ver con los habituales cruceros turísticos que frecuentan nuestros puertos. Tiene solo 138 metros de eslora y aloja un máximo de 230 pasajeros con una tripulación de 170 personas. Las características de los destinos para los que fue concebido ha obligado a cuidar el aspecto medioambiental y equipa unos catalizadores que disminuyen hasta un 95 por ciento sus emisiones contaminantes. Sus servicios incluyen tres restaurantes de alto nivel y un paseo panorámico con suelo de cristal, además de dos cubiertas acristaladas extensibles.

El Hanseatic Nature parte hoy de Palma para regresar a Mahón, de donde procedía, mientras completa su ruta mediterránea.