La protección de una zona marina como la reserva de Llevant en Mallorca conlleva necesariamente restricciones de diferente grado que derivan en consecuencias positivas para unos y negativas, o al menos discriminatorias, para otros. Mientras la Fundació Marilles defiende en un reciente estudio que se obtienen 10 euros de beneficio por cada euro invertido en la reserva, desde la plataforma Stop Falsas Reservas Marinas denuncian que esta reserva se ha convertido en un coto privado para la pesca profesional en la que se ha “exterminado” la pesca recreativa.
La Fundació Marilles presentó hace unos días los resultados del estudio piloto sobre la contabilidad de capital natural en la reserva marina de Llevant de Mallorca desarrollado en colaboración con Ecoacsa, el Centre Balear de Biologia Aplicada (CBBA) y la consultora británica Eftecm, financiado con fondos de la UE. El objetivo del estudio es cuantificar los beneficios que proporciona a la economía y la sociedad local esta figura de protección. Según los datos recabados, la zona protegida de Cala Rajada aporta 4,8 millones de euros al año a la economía local, mientras que la inversión anual para su mantenimiento es solo de 473.137 euros.
El estudio estima que los servicios relacionados con actividades recreativas son los que aportan mayores beneficios con un 65% del total (3,1 millones de euros). Otras actividades destacadas en el flujo de beneficios son el control de la erosión de la costa, con un 16% (772.000 euros) y el mantenimiento de la biodiversidad, que supone un 9% (447.000 euros).
El director de la Fundació Marilles, Aniol Esteban, afirma que los resultados de este estudio “muestran que las reservas marinas aportan múltiples beneficios a nuestra economía y sociedad”. Sin embargo, según Esteban, las reservas marinas sufren un grave déficit de financiación y los resultados obtenidos “aún están muy lejos de su potencial, pues con una mejor financiación podríamos obtener un retorno de inversión muy superior”.
Sin embargo, desde Stop Falsas Reservas Marinas denuncian que en concreto la figura de la reserva de interés pesquero del Llevant de Mallorca es discriminatoria en su supuesta protección del mar y su ecosistema, ya que paradójicamente se concibió para proteger la actividad pesquera profesional mientras se eliminaba la pesca recreativa.
José Morey, portavoz de la plataforma, denuncia incluso intereses personales del director general de Pesca, Antoni Mercant, en la zona, dado que estuvo vinculado a la cofradía de pescadores de Cala Rajada. Morey alega que “una reserva marina, debería ser una zona que ayude a repoblar las especies de interés de pesquero, pero sin embargo, se siguen calando redes, trasmallos y continúan los descartes de piezas que, al no ser de interés comercial, se desechan y se devuelven muertas al mar”.
Morey denuncia también el elevado riesgo de contaminación que supone el cable eléctrico submarino que une Mallorca y Menorca, que se sumerge en el mar en Cala Mesquida. Según Morey,replica uhren ya se han registrado en el pasado vertidos en el mar del aceite que protege el cable. Si volviera a suceder algo parecido, alerta “puede afectar en pocas horas al trabajo que se ha venido realizando durante años”.