Los aledaños del puerto de la Colònia de Sant Jordi se llenan de barcos fondeados en la temporada estival.
Buscar soluciones a cuestiones que llevan décadas sin resolverse. La falta de amarres y los fondeos incontrolados en Baleares son dos problemas eternos a los que no resulta fácil encontrar salida. En la Colònia de Sant Jordi un grupo de aficionados a la náutica han decidido plantear una alternativa con el objetivo de ofrecer un puesto de amarre en un campo de boyas ecológico para buena parte de las cerca de 170 embarcaciones que se encuentran fondeadas de manera irregular en la playa del puerto.
La Associació d’Amics de la Mar de la Colònia de Sant Jordi ya ha conseguido el apoyo unánime de todos los grupos del Ajuntament de ses Salines a su proyecto, presentado en diciembre a Demarcación de Costas, para crear desde cero un campo de boyas ecológico con 130 puestos de amarre que permitiría acabar con los fondeos irregulares y extraer además todos los ‘muertos’ que se utilizan en la actualidad con este fin, lo que supondría un beneficio para el medio ambiente, para la estética de la costa en esta zona del sur de Mallorca y para los aficionados a la náutica social que llevan literalmente décadas esperando un puesto de amarre en el puerto de la Colònia de Sant Jordi.
El presidente de la asociación, Joan Cerdà, asegura que su proyecto cumple todos los puntos establecidos en el plan general de Ports IB y califica la iniciativa de «respetuosa y sostenible desde el punto de vista medioambiental, social y no lucrativa y, además, realista».
«El puerto de la Colònia de Sant Jordi tiene una capacidad de 315 amarres y en este momento, en 2022, tiene una lista de espera para conseguir amarre de más de 700 solicitudes y los primeros de esa lista creo que son del año 1985», detalla Cerdà para dar una idea de la magnitud del problema.
El plan general de Ports IB plantea el uso de rampas y marinas secas para dar salida a esos fondeos irregulares, pero el presidente de Amics de la Mar no considera válida esta opción: «Hay veleros que no pueden estar saliendo y entrando constantemente del agua y también hay personas mayores para las que las rampas no son operativas». Si siguen adelante con este plan, mucha gente se desprenderá de sus embarcaciones o tendrá que buscar otro sitio.
Traspaso de competencias
Desde la administración autonómica, Ports IB quiso dejar claro a la asociación que su intención es encargarse de la gestión de las zonas de fondeo regulado, sobre todo las aledañas a puertos de gestión propia. «Para nosotros esa no es una solución válida pues plantean en el plan general una reducción del 70 por ciento de los puestos que ahora existen de manera irregular en sa Colònia de Sant Jordi». Mientras, las competencias de Costas están pendientes de pasar al Govern.
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