Cada vez se registran más olas de calor marinas en el Mar Mediterráneo. Este concepto, bien conocido cuando hablamos del clima en tierra, es relativamente de nueva aplicación a las mediciones de temperatura del mar. Entendemos como una ola de calor los periodos de temperaturas excepcionalmente altas sea para la época del año o para la zona geográfica en la que se registran. Este mismo concepto es el que se empezó a aplicar hace unos años a la temperatura del mar con las denominadas olas de calor marinas. En concreto, la ola de calor marina supone un mínimo de cinco días consecutivos de temperaturas del  agua anormalmente altas.

El Sistema de Observación y Predicción Costero de las Islas Baleares, ICTS SOCIB, ha publicado un estudio en la revista Frontiers in Marine Science en el que constata una tendencia al alza de las olas de calor marinas, tanto en intensidad como en duración y frecuencia en las diferentes subregiones del Mar Mediterráneo.

“La tendencia durante las últimas cuatro décadas es clara: las olas de calor marinas en el mar Mediterraneo son cada vez más frecuentes, intensas y largas”, apunta Mélanie Juza, autora principal del estudio. En concreto, según el gráfico del ICTS SOCIB que adjuntamos, en la zona del Mar Balear es donde han subido más los días de 'fiebre': en 2020 se registraron 89 días más, tres meses más, con temperaturas anormalmente altas que en 1982.

En lo referente a la última década 2012-2020, se alcanza la intensidad media más alta del periodo estudiado, cuarenta años, en el Mediterráneo oriental y la intensidad máxima en todas las subregiones del Mediterráneo. Además, se constata un aumento en duración y frecuencia de las olas de calor marinas en las últimas cuatro décadas y concretamente una aceleración en los últimos diez años, siendo la duración y la frecuencia de las olas de calor marinas mayor en todas las subregiones durante esta última década que en las tres décadas anteriores.

Días de olas de calor marinas en periodo 1980-2020 por subzonas mediterráneas en días por año (arriba) y media-tendencias (abajo) / SOCIB

Por último, es importante añadir, tal y como indica Àngels Fernández-Mora, coautora también del estudio, que “se percibe una mayor frecuencia e intensidad de las olas de calor marinas en las zonas costeras”.

El análisis también ha estudiado la propagación hacia aguas profundas de las olas de calor marinas en las diferentes subregiones, constatando que varía mucho dependiendo de la época del año y la zona geográfica. La mayor diferencia de densidad entre las capas superficiales y las profundas del mar crea algo similar a una barrera entre las masas de aguas superficiales y las profundas. Como consecuencia, se modifica la circulación oceánica y se impide la ventilación, igual que entre las aguas superficiales, pobres en nutrientes y las aguas profundas, ricas en nutrientes, por lo que pueden verse alterados los ecosistemas marinos.

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