Un informe confirma la presencia de contaminación por metales pesados en la bahía de Palma. El documento, realizado por el Instituto Geológico y Minero de España, se ha incorporado a la investigación que sigue el Juzgado de Instrucción 12 de Palma contra la antigua cúpula de Emaya por un posible delito contra el medio ambiente por los vertidos de aguas residuales.
Según informa hoy el periodista Víctor Malagón en el diario Ultima Hora, los expertos del Instituto Geológico y Minero de España han encontrado en las muestras de agua recogidas restos de metales pesados que se deben a la acción humana y que serían consecuencia de los vertidos de aguas fecales que lleva realizando durante años la depuradora municipal.
Este informe, requerido por el juzgado, y la investigación realizada por el del Servicio de Protección de la Naturaleza, con la colaboración del Servicio de Actividades Subacuáticas (GEAS), corrobora el grueso de las informaciones aparecidas en Gaceta Náutica sobre este caso desde 2016.
Los datos del Instituto Geológico y Minero de España desmienten por completo la tesis del Govern sobre que no existen evidencias científicas de que las depuradoras afecten a la vida de la posidonia. Estas evacuaciones de aguas sucias están detrás de la desaparición de unas 600 hectáreas de la planta protegida posidonia oceánica en la Bahía de Palma
La Fiscalía prevé acusar a la actual concejal de Urbanisme de Cort, Neus Truyol y a la antigua gerente de Emaya, Inmaculada Mayol, por su posible responsabilidad en los vertidos.