
El Tais 1 había sido botado en 1989 y naufragó la madrugada del jueves en Formentera. Fotografía: www.viudes.com
Cala Saona ha vuelto a convertirse una semana después en punto fatídico para los grandes yates que navegan por Baleares este verano. Tras el incendio en la misma zona la semana pasada del Aria S.F, en esta ocasión, la víctima ha sido el Tais 1, un yate de 24 metros de eslora que se fue a pique a unas tres millas al oeste-noroeste de Cala Saona, en aguas de Formentera, cerca de las cinco de la madrugada del jueves. Un barco pesquero rescató a los nueve tripulantes del yate hundido, que estaban ya a bordo de la embarcación auxiliar que portaba el Tais 1. Afortunadamente, a pesar de algún arañazo y los nervios, dado que había varios niños a bordo, no hubo que lamentar más pérdida que la del yate, que ha quedado sumergido a unos noventa metros de profundidad.
El Tais 1 pasaba la noche fondeado en Cala Saona, en la costa oeste de Formentera, pero quedaba muy expuesto a los vientos del cuarto cuadrante (Norte-Oeste) que azotaban la zona y hacían que el mar golpeara con fuerza al barco. Cerca de las cinco de la mañana el Tais 1 levó anclas y comenzó a navegar hacia el norte, probablemente buscando el socaire que le podía proporcionar la isla de Ibiza.
Sin embargo, no pudo progresar mucho. Hasta el momento no ha transcendido la causa concreta, no se sabe si fue uno o sucesivos golpes de mar o una vía de agua, pero el caso es que el yate comenzó a embarcar agua. El responsable del barco tuvo tiempo de activar la radiobaliza y de llamar al teléfono de emergencias 112 para dar aviso del inminente naufragio. Miguel Félix Chicón, responsable del Centro de Coordinación de Salvamento Marítimo en Baleares, explica que “nuestra central recibió con apenas unos minutos de diferencia el doble aviso. Por un lado, la notificación del sistema de satélites COSPAS-SARSAT procedente de la radiobaliza, y por otro el aviso del centro de coordinación de emergencias 112, por lo que movilizamos la Salvamar Acrux”. Esta embarcación tiene base en el puerto de Ibiza, así que para ganar un tiempo decisivo en estos casos, según detalla Chicón “comprobamos que en ese momento salía del puerto de La Savina un pesquero, el Manuela Lloret, y les dimos aviso de la emergencia para que fueran a ayudar a los pasajeros del Tais 1.
El Manuela Lloret, uno de los arrastreros con base en La Savina, se dirigió raudo a la zona marcada por la radiobaliza y, unos 50 minutos después del aviso, encontró allí a los nueve pasajeros del yate a bordo ya de la lancha auxiliar. Los embarcó y puso rumbo hacia el norte para encontrarse con la Salvamar Acrux. Una vez reunidas las dos embarcaciones, los pasajeros del yate naufragado pasaron a la embarcación de Salvamento Marítimo que los llevó a puerto sin más incidencias.
El Tais 1 ha quedado sumergido a unas tres millas de Cala Saona a una profundidad de 85 metros. Resultaría muy complicado y caro reflotar un barco hundido a esa profundidad. Este yate fue botado en 1989 en los astilleros catalanes Viudes Yachts como encargo de Mariano Puig, propietario del Grupo Puig de cosmética y patrocinador durante muchos años de la Copa del Rey de Vela. Tras su muerte en abril de 2021 sus herederos vendieron el barco. Viudes Yachts solo construyó otro yate igual al ahora hundido en Formentera. En la web del astillero el buque aparecía como barco en venta por un precio de 680.000 euros. Cuenta con cuatro camarotes y dos motores MTU de 1.350 HP. Su depósito de combustible tiene capacidad para doce mil litros de gasoil.