El yate Laya, inmovilizado tras la colisión, fotografiado desde la Salvamar Antares. Foto: Salvamento Marítimo
Un caso muy parecido al abordaje mortal de Guillem Comamala en muchos sentidos que se saldó sin heridos afortunadamente porque el único ocupante de la barca abordada tuvo tiempo de saltar al agua. Un yate de chárter de 20 metros de eslora, el Laya, arrolló ayer a mediodía a un llaüt, el Galup, en aguas al sur de Menorca, en la costa de Sant Lluís, a la altura de Binissafúller. La fuerza del impacto fue tal que el llaüt se fue a pique rápidamente, aunque el pescador que navegaba a bordo, que estaba faenando en el momento de la colisión, se lanzó al agua y salvó así su vida.
La información facilitada por Salvamento Marítimo detalla que el centro de coordinación de la entidad recibió una llamada a las 12h 48min de ayer, martes, en la que el patrón del yate Laya informaba que habían abordado a una embarcación pequeña, que se estaba hundiendo. Los servicios de emergencia movilizaron entonces a la Salvamar Antares, con base en Mahón, que se dirigió a la zona. En el yate Laya iban seis pasajeros y dos tripulantes. El Galup, de 6,2 metros de eslora, modelo Pacific Craft, ya se había ido a pique cuando llegó a la zona la embarcación de Salvamento. Su tripulante, según explicaron, ya había sido rescatado y llevado a tierra por otra embarcación.
La Policía Local de Sant Lluís informó que el patròn del Galup había explicado que se encontraba pescando en la zona de Cap den Font cuando la otra embarcación le había pasado por encima y que se había tenido que tirar al mar para salvar la vida.
La embarcación autora del abordaje quedó averiada en la zona como consecuencia de la colisión y finalmente fue remolcada por la Salvamar Antares al Varadero de Mahón. El patrón del yate explicaba que no había visto a la embarcación de pesca. En este caso, a pleno mediodía, parece lógico pensar que el navegante no prestó la debida atención al tráfico que se movía a proa de su embarcación.
Este caso es también muy similar al abordaje de otro barco de pesca, el Tomalu, por un catamarán también de charter de 24 metros de eslora en aguas cercanas al Cabo Salinas el pasado 12 de julio. El llaüt se fue a pique rápidamente, aunque sus dos ocupantes salieron sanos y salvos casi milagrosamente tras el accidente.