El Naddoddur era un esquife de nueve metros con vela y dispuesto para albergar doce remeros. Fotografías: Facebook
La aventura resultó mortalmente peligrosa. Una estudiante de arqueología mexicana de 29 años, Karla Dana, perdió la vida el martes tras zozobrar en medio de un temporal la réplica de un tradicional barco vikingo de remos y vela en el que una tripulación de seis personas intentaba emular una ruta de navegación antigua entre las Islas Feroe, situadas entre Escocia e Islandia, y Noruega.
La expedición formada por cuatro suizos, un oriundo de las Islas Feroe y la joven mexicana fallecida había partido de Tvoroyri, en las Feroe, y su destino era Alesund, en la costa noruega. La tripulación era consciente de que las condiciones meteorológicas no iban a ser favorables y habían explicado en redes sociales que se habían preparado convenientemente para afrontar situaciones de emergencia.
La tripulación del Naddoddur, días antes de emprender la aventura. Karla Dana es la tercera por la izquieda.
Sin embargo, el martes por la tarde, ya en la costa noruega, se encontraron con olas de casi 5 metros y fuertes vientos de 40 nudos. Al parecer enviaron una señal de emergencia pero un helicóptero de salvamento sobrevoló la zona y consideró que era una falsa alarma. Apenas minutos después el barco volcó y la tripulación cayó al agua. Cinco de los tripulantes pudieron ser rescatados, pero pocas horas después un buque guardacostas localizó el cadáver de la joven mexicana fallecida.
El barco con el que abordaron su aventura, el Naddoddur, fue botado en 1997 gracias al trabajo de Batafelagio Naddoddur, una asociación dedicada a preservar y difundir la construcción tradicional de barcos en las Islas Feroe. Es un esquife de 9 metros para 12 remeros y su nombre hace referencia a un explorador nórdico al que se atribuye el descubrimiento de Islandia. La embarcación ya había cubierto con éxito varias travesías entre las Feroe, Noruega, Islandia y las Islas Shetland.