Este es el espacio que se disputan Astilleros de Mallorca y Varadero de Valencia.
La empresa Varadero Valencia, perteneciente al grupo IPM, competirá con Astilleros de Mallorca por la adjudicación de 117.000 metros cuadrados de explanada y espejo de agua en el Moll Vell de Palma.
Fuentes bien informadas han asegurado a Gaceta Náutica que el registro de este segundo proyecto se formalizó el pasado viernes ante la Autoridad Portuaria de Baleares (APB), que ahora deberá decidir entre uno de las dos licitantes o convocar un concurso abierto.
Varadero de Valencia forma parte del mismo grupo que Serveis Tècnics Portuaris (STP), empresa gestora de otros 150.000 metros de muelles y pantalanes colindantes con la nueva concesión.
Astilleros de Mallorca instó una competencia de proyectos para construir un varadero de gestión centralizada en el extremo del Moll Vell, una superficie en desuso donde actualmente languidecen embarcaciones abandonadas y medio derruidas. Su proyecto, que ha recibido el respaldo de Balearic Marine Cluster y del conseller de Modelo Económico, Iago Negueruela, contempla la instalación de un synchrolift capaz de poner en seco embarcaciones de hasta 110 metros de eslora y un máximo de 5.000 toneladas, algo que hoy por hoy es imposible en el puerto Palma de Palma.
La patronal PIMEM denunció que la propuesta de Astilleros representaba un “pelotazo empresarial”, dado que limitaba la concurrencia para una concesión a 50 años y se basaba en un modelo de “varadero cerrado”, donde el adjudicatario del espacio tiene el poder de decidir qué empresas o autónomos pueden trabajar en sus proyectos. También censuró que la APB había fijado un plazo de un mes (posteriormente ampliado en15 días) para la presentación de otras ofertas.
Barcos abandonados en el Moll Vell de Palma. Foto: José Luis Miró
A pesar del plazo reducido, el Grupo IPM ha elaborado un proyecto que, en líneas generales, ofrece los mismos servicios que el de Astilleros de Mallorca; es decir, varada, mantenimiento y/o reparación de barcos de gran eslora mediante la fórmula de gestión centralizada, ya que así lo exigían las condicines de la competencia de proyectos aprobada por la APB. Fuentes de la empresa señalan que, de haber existido otra opción, hubieran apostado por un modelo de varadero abierto como el de STP.
Según las fuentes consultadas, Varadero de Valencia habría eludido la no admisión del proyecto alegando que en 2027, fecha estimada para la entrada en funcionamiento de la nueva instalación, habrá caducado su otra concesión del Moll Vell y, por tanto, no se puede aducir en su contra una operación monopolística.
La concesión de Astilleros de Mallorca en su actual ubicación, junto a edificio social del Real Club Náutico de Palma, expira también en 2027. El Ayuntamiento de Palma y la Autoridad Portuaria de Baleares han previsto construir en este espacio una zona peatonal y un museo marítimo.