Grandes manchas de chapapote se han extendido por varias zonas del puerto de Palma desde el lunes a mediodía. En este momento, las distintas marinas y puertos deportivos afectados todavía luchan contra la contaminación y la suciedad generada por el vertido que, según apuntan todas las hipótesis, procedía del barco Ciudad de Palma de la naviera Trasmed, filial en Baleares de la naviera italiana Grimaldi.

La Autoridad Portuaria de Baleares ha confirmado que el Ciudad de Palma avisó que había ocasionado involuntariamente un vertido de gasóleo. Esta mañana, según explican desde APB, se ha visto que la mancha era de aceite, fuel y gasóleos. La entidad responsable de los puertos del Estado en Baleares aifirma que ha contratado a la empresa responsable de la barca de limpieza para que, con una neumática pequeña y material absorbente, limpie la contaminación. Estos trabajos comenzarán mañana y, según precisan desde Autoridad Portuaria, los gastos de limpieza se trasladarán a Trasmed para que los cubra su aseguradora.

Los datos facilitados desde Trasmed asumen que el mismo barco Ciudad de Palma, que cubre la ruta entre Palma y Barcelona, avisó a Autoridad Portuaria y a la Capitanía Marítima el lunes a las once de la mañana de “un pequeño vertido” de combustible en su punto de atraque en los muelles comerciales.

Según la versión de la naviera, inspectores de Capitanía acudieron a la zona en la que todavía estaba atracado el barco y no observaron nada extraño, así que le permitieron zarpar. Cuando posteriormente, la naviera recibió noticias sobre la presencia de chapapote en aguas del puerto de Palma, mandó uno de sus peritos a la zona de Can Barbarà para que recogiera una muestra de la brea para poder determinar si procedía de uno de sus barcos.

Restos de chapapote en el puerto de Palma.

Sin embargo, poco después del aviso del Ciudad de Palma, se empezó a detectar la presencia de grandes manchas en el puerto de Palma que se extendieron según avanzaba la mañana afectando sobre todo a las instalaciones más cercanas a los muelles comerciales.

Según cuentan los testigos primero apareció una gran mancha de brea de unos 50 metros cuadrados a la que después se sumó otra aún mayor, de unos 200 metros cuadrados. Las aguas agitadas de estos días se han convertido en el peor enemigo en la lucha contra la difusión de la gran mancha negra que ha acabado extendiéndose por toda la zona, incluida la dársena de Can Barbarà, donde la barrera anticontaminación no se ha desplegado hasta esta mañana.

Vídeo grabado por el amarrista Eduardo González.

Eduardo González, propietario de una embarcación de vela de 11 metros afectada por el vertido, se ha puesto en contacto con Gaceta Náutica y ha explicado que, al principio, su aseguradora no quería hacerse cargo de los daños al no saber de dónde procedía el chapapote: "Ahora que ya se sabe que ha sido Grimaldi, vamos a ver cómo reacciona la compañía de seguros y los pasos que podemos dar. Ha sido todo muy desconcertante, porque nadie sabía cómo reaccionar. Los barcos están ahora mismo con el casco lleno de chapapote y todavía no sabemos si limpiar o no limpiar. Esto es una pasta que cada vez se está haciendo más dura". 

Las diferentes instalaciones náuticas de la zona han llegado incluso a desplegar sus propias barreras anticontaminación para intentar aislar la brea y evitar su dispersión. Sin embargo, la tarea no ha resultado fácil por el estado del mar. Incluso se dio aviso a una empresa especializada para recoger con una manguera absorbente de gran calibre el combustible de alta densidad, solidificado incluso, pero no se ha podido evitar que multitud de barcos hayan resultado afectados por el vertido. Si se demuestra finalmente que la brea procedía del Ciudad de Palma, la compañía naviera tendrá que afrontar el pago de los daños ocasionados.

El Seprona de la Guardia Civil ha tomado muestras de hidrocarburo en varias de las zonas afectadas e investiga ya las circunstancias del vertido.

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