Lo habitual, desde siempre, incluso en los primeras convocatorias de este mismo 2021, era que los exámenes de Patrón de Recreo se hicieran en sábado. Lógico, teniendo en cuenta que se trata de una titulación de carácter recreativo. Un trabajador normal no puede, ni debe, pedir una mañana libre en su puesto para ir a examinarse de una titulación totalmente deportiva. Otra cosa sería para un título de formación general, importante para la vida profesional, como un acceso a la universidad, una lectura de tesis o un trabajo de fin de máster. Pedir libre en el trabajo para examinarse del PER es tan absurdo como pedir libre para un examen de golf, de kárate o de submarinismo. A ningún club de buceo se le ocurriría poner sus exámenes un día laborable por la mañana. Tampoco lo haría un centro de yoga o un gimnasio de kárate para un examen de cinturón amarillo.
Sin embargo, la administración se permite convocar exámenes en laborable, por la mañana, para un título en absoluto profesional. ¿Será que los funcionarios, los examinadores, no quieren trabajar en sábado?
Las convocatorias de Capitán de Yate o Patrón de Yate sí se hacen muchas veces en viernes, tal vez porque esas titulaciones son la puerta para la profesionalización, ya que dan entrada al PPER, por ejemplo. Además, los capitanes y patrones de yate ya son muy pocos. Lo que no tiene explicación es que el Govern promueva que el viernes 17 de diciembre, por la mañana, se tengan que presentar al PER 450 personas, más otras 50 al básico. El examen estaba previsto para el sábado 18, pero se ha cambiado, unilateralmente, claro, sin que los responsables de ello hayan podido dar una explicación, ni coherente ni de ningún tipo, a los reiterados intentos de Gaceta Náutica de entender la razón del cambio de fecha.
En definitiva, medio millar de personas perderán la mañana de trabajo o de sus quehaceres laborales para examinarse un viernes en lugar de un sábado. Un muy mal ejemplo del Govern. Algo muy propio de funcionarios sin empatía para con el contribuyente. No sirve la excusa del COVID, ya que, además, el examen es en la Universidad, donde los viernes acuden sus 4000 alumnos propios, más cientos de profesores. Mucho mejor hubiera sido convocar en sábado, como se ha hecho siempre, cuando el campus está totalmente desierto. Otro despropósito consecuencia de que nadie en la Administración piensa en el ciudadano, sino sólo en sus intereses.