En el mundo de la náutica se están produciendo dos novedades que navegan en paralelo: una es la salida del Reino Unido de la Unión Europea con el Brexit, que aunque ya es una realidad todavía no percibimos sus efectos inmediatos al estar toda la actividad restringida por la pandemia; la otra es la modificación normativa de las titulaciones náutico deportivas en la que está trabajando la Dirección General de la Marina Mercante, que en plazo ya no muy lejano nos permitirán desarrollar una actividad profesional en el sector, a imagen y semejanza de lo que aún hoy es un claro monopolio anglosajón.
Cuento esto porque el otro día mi hermano Miguel me comentaba cómo en un grupo de WhatsApp de profesionales de la náutica les había llegado un enlace con información al respecto. Pero hete aquí que al final esa información no era otra cosa que un proceso para conseguir convalidar nuestras titulaciones españolas a las británicas, con pruebas y exámenes incluidos. Quedé estupefacto ante esa información, pues entre sus «patrocinadores» llevaba el logo del Ministerio de Fomento del Gobierno de España. Alucinante.
Que me lo expliquen. Con el Reino Unido fuera de la Unión Europea y con España desarrollando una normativa para poder trabajar en el sector náutico deportivo o de recreo, resulta que al final la solución que se propone es que el españolito que quiera trabajar proceda a convalidar y examinarse para obtener los títulos ingleses. Cojonudo.
Es decir: que ya hay a disposición del público en general webs y aplicaciones para ayudar a convalidar titulaciones españolas a inglesas, patrocinado todo ello por el Ministerio de Fomento español. Y es que ya me veo el futuro: para trabajar en España o en la Unión Europea al final tendremos que convalidar la titulación española y sacarnos la inglesa. Barcos con cualquier bandera de las de conveniencia: la de Gibraltar, la de isla de Man o la que deseen, que con eso pagan menos dinero. Y capitanes con titulación inglesa contratando a españoles con sus títulos convalidados por el gobierno de Su Majestad británica. Es increíble.
Como bien decía Juan Poyatos en su artículo del mes pasado, la Dirección General de la Marina Mercante está trabajando en la línea correcta al seguir otros modelos en las titulaciones, auspiciado dicho cambio de forma muy importante por la Asociación Nacional de Empresas Náuticas (ANEN), que no ha parado de luchar todos estos años con ese fin. Esperemos que en el siguiente paso, el de buscar esa anhelada homogeneización a nivel europeo, Holanda, Alemania o Francia no les den tantas facilidades a los británicos y nos salven de tanto despropósito, una vez más.
De lo contrario al final, y como muy bien decía con sorna mi hermano Miguel, igual que El Rubius se fue a Andorra –paraíso para los youtubers como él–, en la náutica tendremos que acabar todos en la colonia que el Reino Unido ha dejado dentro de la UE: Gibraltar.