En la literatura náutica anglosajona –hablo de libros, revistas e Internet– hay bastante material sobre el Boating Etiquette, algo que en castellano se podría traducir como buenas maneras y que no deja de ser “el código habitual de comportamiento cortés entre los miembros de una profesión o grupo en particular”, en este caso nosotros, las personas a las que nos encanta la mar. Creo que es una buena definición para desarrollar este tema.
En origen debían ser sólo las reglas de paso, pero luego se fueron ampliando con el repostaje de combustible, el uso de rampas, los invitados a bordo, la radio y el fondeo. Este último me interesa especialmente porque, después de haber fondeado alguna que otra baliza, neumáticas y comités de regatas, me parecen incomprensibles los desastres que veo en cualquier cala.
Escribiendo esto me ha venido a la memoria que la editorial Noray publicó El perfecto invitado a bordo. Eran otros tiempos, más alineados con el artículo de Juan José Merayo en esta publicación sobre la cultura de la mar. En una web norteamericana ahora te recomiendan que lleves el doble de bebida de la que crees que te puedes beber, algo que tampoco está mal, pero es una recomendación alejada de la de no embarcar maletas rígidas, la navegación nocturna o el bote auxiliar.
Todos los artículos que he leído son similares y reproducen, de una u otra forma, el decálogo de la Chapman Piloting & Seamanship. Aquí hay que explicar que Charles F. Chapman era el editor de la Hearst's Motor Boating Magazine y durante la primera guerra mundial Roosvelt le comisionó para hacer una manual para la marina. Se modificó para el uso civil y lleva ya tres millones de ejemplares vendidos y sesenta y siete ediciones. Este éxito llevó a la publicación de más libros bajo la denominación de Chapman’s Nautical Guide, que van desde nudos hasta uso de la VHF. Es normal que sea la publicación de consulta cuando se busca bibliografía para un artículo.
Los diez mandamientos de Boating etiquette son
- Observancia escrupulosa de las reglas de paso.
- Sentido común al timón y el gas.
- Sin estelas en puertos ni entre otros barcos.
- Fondeo sensato.
- Eliminación adecuada de los desechos y aguas residuales del barco.
- Maniobras tranquilas.
- Comunicaciones apropiadas.
- Obra muerta y línea de flotación limpia.
- Observancia a las banderas.
- Barco bien disciplinado y presentable, nada de drizas flojas o toallas permanente colgadas por la banda.
Hay dos conceptos ingleses que considero clarísimos, pero tienen mala traducción al castellano. No wake es sin estela, pero no suena igual de rotundo, aunque es igual de molesto, que te zarandeé un cretino que ha pasado levantando toda el agua que puede. Igual que No bowridding, la animalada de ir sentado en la proa con los pies colgando a 20 nudos. Caerte de un velero a 4 nudos es un susto, pero de una lancha a toda velocidad es un accidente fatal.
Con esto es suficiente. Recordar algunas cosas básicas, como que tiene preferencia el que viene por la derecha, que en situación de vuelta encontrada enseñarás tu luz encarnada, que tiene que haber espacio para el borneo y que puede haber alguien cocinando a bordo (sí, hay gente así), hará de nosotros unos navegantes más seguros, menos estresados y más felices de salir a la mar este verano.