Mero atrapado en una red de pesca abandonada en el fondo marino.
La noticia aparecida en prensa de la denuncia a un restaurante de Palma por tener a la venta un ejemplar arponeado pone de manifiesto la existencia de furtivos que, aprovechando los bajos niveles de inspección, comercializan pescado.
Desde la Plataforma Stop Falsas Reservas celebramos que los funcionarios de la “Inspecció Pesquera de la Direcció General de Pesca i Medi Marí” hayan localizado esta práctica ilegal y esperamos que ello sirva para sancionar a los infractores y erradicar estas malos comportamientos que perjudican a todos, incluida la inmensa mayoría de pescadores submarinos que cumplen escrupulosamente con las normativas.
Llama mucho la atención, no obstante, que el comunicado del Govern aproveche la noticia para tratar de manipular a la opinión pública indicando que se trata de “las típicas especies vulnerables a la pesca submarina, de las cuales ya no quedan poblaciones estables fuera de las reservas marinas”.
La afirmación del Govern no es cierta; hay poblaciones estables de todas estas especies fuera de las reservas marina (RM), y queremos recalcar que si éstas dispusieran de más porcentaje de reserva integral probablemente dichas poblaciones serían mayores en todo el Mar Balear.
Las especies indicadas en el artículo no son objetivo exclusivo de la pesca submarina; otros tipos de pesca, tanto profesional como recreativa, también las capturan.
Aparte de censurar el burdo intento del Govern (otro) de atacar una modalidad de pesca recreativa ancestral y extremadamente selectiva que acompaña la noticia, celebramos el éxito de los funcionarios del servicio de inspección y les animamos a seguir luchando contra las actividades ilegales que se cometen en nuestros mares y que todos podemos observar: restaurantes que ofrecen pescados procedentes de pesca furtiva, especímenes de tallas no legales comercializadas en los mercados municipales, descartes de atunes…
La erradicación de estas prácticas sería una muy buena noticia para todos aquellos que amamos el mar y disfrutamos de él cumpliendo con todas las normativas.
El pescado capturado por una red, palangre, caña o mediante arpón, muere, se mata y tiene un fin: su consumo como alimento.
Los descartes y la pesca no selectiva son un problema para el medio ambiente, y debemos protegerlo mejorando cada día más la selectividad de la pesca.
La pesca submarina es la única capaz de observar el pez antes, controlar la talla y decidir si disparar o no su arpón, siempre que la pieza siga al alcance.
Volvemos a pedir que la administración regule la pesca bajo criterios científicos y no de intereses a favor de la pesca profesional, y se pueda convivir como se ha hecho siempre.
La plataforma Stop Falsas reservas no tiene nada en contra de la pesca profesional, es un trabajo muy noble y necesario para muchas familias, pero sí está en contra de las malas prácticas y el furtivismo.