Hacia yo escala en Barcelona en ruta al METS en Amsterdam, cuando leí una entrevista al nuevo presidente del RCNP (club al que no pertenezco). A Emerico Fuster le conozco poco, hemos coincidido como vocales en ANADE, la asociación de marinas de Baleares. Es alguien que sabe moverse y defender su posición sin ofender a nadie si no es absolutamente necesario.
La entrevista comenzó con la ajustada diferencia de dos votos entre los aspirantes a la presidencia y la necesidad de adaptar las reglas de hace 20 años a la época actual. Los socios deben poder votar más cómodamente.
Lo que el RCNP defiende y genera, hace mucho tiempo, es mucho mas que lo que se ve en la prensa o en la TV, ya que los medios sólo recuerdan su existencia cuando aparece la familia real o algún famoso participando o apoyando el Princesa Sofia o la Copa del Rey, e ignorando olímpicamente a los deportistas náuticos que aprendieron y crecieron allí y luego salieron a competir internacionalmente y son un orgullo para el deporte español gracias a la existencia del ese club.
La opinión popular, muchas veces mal parida y peor informada, arrincona al Náutico de Palma en una de las esquinas pijas de la sociedad española. Ricachones de nombre o billetera que van a divertirse mientras los pobres sudan. Podría decirse lo mismo del gobierno en Baleares (si incluimos toda España parecerá la alfombra púrpura del vaticano o la roja de los Oscar), solo hay que recordar las declaraciones de patrimonio publicadas no hace mucho, donde la gran mayoría de los gobernantes declaraba dos propiedades y cantidades de cinco cifras en el banco. Que es valido y legal, pero les coloca mas cerca del nivel de los socios del náutico que del pueblo al cual dicen representar.
El Náutico paga a la APB un canon importante. Es una sociedad sin fines de lucro y está obligado a operar bajo las mismas premisas de una sociedad limitada por la Ley de deportes, como toda asociación deportiva. Y entonces va el periodista y le suelta: porque con la Copa del Rey hacéis pasta, ¿no? se dice que no hay transparencia. El periodista hacía las preguntas para obtener respuestas, pero no daba su opinión. Digo yo, imaginándome su expresión de agudísimo investigador de la porquería náutica: el periodismo es una profesión de gente educada y generalmente culta o muy culta, en la que el periodista recaba información, la comprueba, saca sus conclusiones y las comparte con todos.
Sin embargo, se me ocurre que este periodista andaba con mucha prisa, porque si supiera que el Náutico debe gestionarse como una SL, aunque sin fines de lucro, que necesita personal y recursos, pagar a la APB, llevar a cabo sus eventos y mantenimiento y hasta aguantar impagos, no esgrimiría el ganar dinero con la actividad como algo criticable.
¿Pretenderá este periodista que el Náutico viva del alquiler de los amarres, cuyas tarifas están reguladas y pasarse con una eslora es multado, pero no se descuenta la ocupación por esloras inferiores y espacio desocupado? La Copa del Rey es legal, autorizada por capitanía y auditada. ¿Por que no pueden ganar dinero con ella y dedicarlo a pagar las necesidades del club?
Quien hizo la entrevista, estoy seguro, no tenia mala intención, pero percibo una mala leche inyectada por algún experto en difundir lo que da de comer a Emaya, o de encender a las masas con pecados inexistentes. Dejemos que quienes hacen bien su trabajo puedan seguir haciéndolo, y en vez de buscar basura, se aprenda de ellos.