El 20 de mayo de 2019, una semana antes de las penúltimas elecciones autonómicas, el sector náutico organizó un acto abierto al público en el que reunió a los representantes políticos y candidatos de aquel momento y pidió un cambio en el modelo de gestión medioambiental para las Islas Baleares. Por desgracia, no pudo ser.
La Federación de Asociaciones y Actividades Náuticas para temas Medioambientales (FANMED) se presentó en sociedad el pasado día 17 de marzo en la Cámara de Comercio. En el acto se remarcaron tres ideas: no politizar el medio ambiente, promover el diálogo y la sostenibilidad (social, medioambiental y económica, ejes que marca la ONU en sus 17 Objetivos de desarrollo sostenible) y recuperar el método científico para la gestión medioambiental, en detrimento de los intereses de determinados agentes sociales.
El pasado 7 de mayo de 2023, FANMED invitó a todos los representantes de los partidos políticos a una mesa redonda en la sede de la CAEB para que conocieran cuáles eran las inquietudes del sector náutico en relación al medio ambiente y se propiciara un intercambió puntos de vista. No asistieron ni PSOE ni MÉS, partidos con responsabilidad de gobierno.
En la nota emitida posterior al acto, una de las conclusiones fue que «con un talante como el mostrado por todos los integrantes de la mesa, los ciudadanos en general, y el medioambiente en particular, saldremos beneficiados».
Ahora que la sociedad balear se ha pronunciado a favor de un cambio de rumbo, el sector náutico se siente esperanzado y confía en dejar atrás estos ocho años de aguantar a la capa el temporal que ha supuesto la gestión politizada del medio ambiente, de la cual da cuenta la sentencia del TSJB sobre el decreto de protección de la posidonia cuando afirma: «Puede compartirse la apreciación de las asociaciones recurrentes en el sentido que la proclamada acción administrativa en defensa de la protección de la especie amenazada nace ya recortada cuando renuncia a adoptar medidas efectivas para el control de una de las principales causas de dicha amenaza [los vertidos de aguas residuales]. Sin duda, por la implicación de la Administración en dichos vertidos». O el propio Govern cuando, al verse apretado por el asunto de la contaminación marina, se defendió diciendo: «No hay evidencias científicas de que el funcionamiento de los emisarios produzca una afección negativa al hábitat de la posidonia».
Tal vez, no sea mucho pedir otro tipo de gestión, a juzgar por los hechos.
No quiero dejar de mencionar la importancia del diálogo en cualquier escenario social. En mi etapa como presidente de la Asociación de Navegantes del Mediterráneo-ADN, por dos veces solicité una reunión con la presidenta del Govern, Francina Armengol, en nombre del sector náutico cuando se empezaba a hablar del decreto de la posidonia, pero no hubo suerte. Nunca nos recibió.
Como presidente de FANMED, las dos únicas autoridades que no nos han dado audiencia han sido Armengol y el conseller de Medi Ambient i Territori, Miquel Mir.
Esto contrasta con la aceptación a nivel nacional e internacional que ha tenido FANMED, que ha sido invitada a participar, y así lo ha hecho, en el 5º Congreso Nacional de Clubes Náuticos celebrado en La Palma, con una ponencia sobre Fondeos y protección del fondo marino (28 de abril); en las XIX Jornades Tècniques de Ports de Catalunya, celebradas en Blanes, con una charla sobre Gestión medioambiental en las Islas Baleares (18 de mayo); en el Rencontres du Yachting Region Sud de Antibes (Francia), donde se volvió a tratar el tema de la posidonia en las Islas Baleares (31 de mayo); y en el Foro Náutico del Partido Popular (10 de mayo), en el que tuvimos ocasión de explicar nuestra propuesta de gestión medioambiental.
El día de nuestra puesta de largo, nuestra vicepresidenta, Isabel Teruel, dijo que «evitar el diálogo es debilidad y es la prueba más evidente de la inconsistencia de tus convicciones; sin diálogo no hay futuro». Es difícil no suscribir esta afirmación.
Nuestra Federación ha nacido con la vocación de aportar, de ayudar, de mejorar, de contribuir a un futuro más azul y más limpio. Somos conscientes de que, como cualquier colectivo, tenemos sin duda muchos aspectos que mejorar y corregir. El tema medioambiental no va de babor ni estribor, va de sentido común.
Por la proa tenemos retos medioambientales difíciles, pero con dialogo, humildad, trabajo, y sobre todo valentía (diciendo toda la verdad a la ciudadanía), entre todos avanzaremos. Para vencer hay que convencer. Adoctrinar y prohibir son herramientas del pasado y de corto recorrido temporal.
Confíamos en haber dejado atrás dejar la navegación a la capa. Largamos escotas, esperamos una mar mejor.