Días de asueto y descanso vacacional por Ibiza. Navegar por estas aguas es realmente un placer. El tándem Ibiza-Formentera es perfecto para todas las actividades náuticas. Aguas cristalinas, de un azul turquesa espectacular, que son un regalo para los sentidos.
Estaba con estos pensamientos cuando recordé que la Consellería de Medio Ambiente nos tiene a los navegantes como «presuntos culpables» de deteriorar ese entorno privilegiado por el simple hecho de navegar. Tan es así que el Govern del Pacte ha habilitado el llamado «Teléfono Posidonia», además de una App de última generación y un correo electrónico, con los que poder denunciar a cualquier persona que se considere que infringe «la normativa vigente».
Pero si más del 95% del problema para la posidonia son las aguas residuales y fecales que los emisarios vierten al mar, así como la salmuera de las desaladoras que la Administración tiene funcionando en nuestro litoral. No demonicen al sector náutico, que algún caso aislado de personas poco o nada cívicas no nos puede hacer desviar la atención de donde está el verdadero problema.
A pesar de que lo saben, el Govern sigue en esa línea y, con la excusa de consultar la cartografía completa de la posidonia «para comunicar mejoras», lo que realmente pone en manos de los ciudadanos es una herramienta para denunciar posibles malas praxis, ya sea por teléfono, correo electrónico o incluso por la App que ha desarrollado el Servicio de Información Territorial de las Islas Baleares (SITIBSA). Así la Conselleria lanza toda una campaña de promoción de denuncias entre ciudadanos libres. Es increíble.
Por si fuera poco, el Pacte tramita un anteproyecto de Ley para otorgar la condición de agentes de la autoridad a los Agentes de Medio Ambiente. Sus denuncias tendrán «presunción de certeza, de veracidad», además de otorgarles la facultad de poder identificar a los navegantes pidiéndoles la documentación y acceder a las embarcaciones para su inspección, eso sí, «con respeto en todo caso a la inviolabilidad del domicilio». Veremos cómo se come esto.
Veo lo que ocurre en Cuba y recuerdo la figura de los chivatos del régimen castrista y también a los agentes del estado dictatorial persiguiendo a la gente, que lo único que quieren es vivir en Libertad y no puedo sino pensar que aquí vamos camino de ir repitiendo este mismo esquema. Parece que con el Pacte en Baleares incluso tendremos «Agentes #COVID».
Todo esto es propio de un Estado policial, que además no tiene en cuenta ni en consideración a la verdadera fuerza pública que son Policía, Guardia Civil, Policías Locales y las Fuerzas Armadas.
El colofón: está en exposición pública el Plan de Puertos de las Islas Baleares: una moratoria y un bloqueo brutal al posible crecimiento del sector del que, con sorpresa, veo que pocos hablan. Prohíbe ampliaciones y nuevas construcciones portuarias en Baleares, con más de 6.000 personas en listas de espera y un crecimiento previsto de otro tanto en demanda de amarres, identificado por el Estudio de Demanda hecho en su día y que directamente han tirado a la basura. ¿Dónde amarrarán –por ejemplo– los nuevos propietarios de veleros, barcos que por llevar palo y tener quilla no pueden estar en marinas secas? Me lo expliquen.