A BABOR Y A ESTRIBOR

BARTOMEU BESTARD

Presidente y CEO de Alcudiamar. Empresario y abogado, cuento con formación superior en Administración y Dirección de Empresas. Llevo más de 40 años, toda mi vida profesional, dedicado a la creación y gestión de infraestructuras náuticas. He presidido la patronal FENIB cuando aglutinaba al sector náutico, y también ANADE representando a marinas y clubes náuticos. Mejor unidos que separados. Me gusta el mar, su gente y su cultura colaborativa, que respeta el criterio independiente para poder opinar a babor o a estribor.

Feria náutica, un modelo de éxito

El ahora conocido como Boat Show, que tuvo en sus orígenes un espíritu autonómico, se ha convertido en un evento de marcada proyección internacional

El Boat Show reconoció en su 40 aniversario el papel de Alcudiamar como escenario de la Primera Feria Náutica Flotante de Baleares.

Corrían los primeros días de mayo en 1983. Sólo unos meses antes se había aprobado el Estatuto de Autonomía para las Islas Baleares, cuando en el Puerto de Alcudia, concretamente en las instalaciones del Puerto Turístico-Deportivo de Alcudiamar, se celebró la Primera Feria Náutica Flotante de Baleares.

El evento surgió fruto de la visión de un grupo de pioneros, tanto del ámbito de la administración como del empresariado náutico, que, a comienzos del año 1982, aún con la preautonomía, se reunieron en la sede del Gobierno Autonómico, en aquel momento el Consell General Interinsular, y decidieron poner en marcha la Feria Náutica Flotante de Baleares.

Si bien fueron muchos los que promovieron la iniciativa, merecen destacarse las figuras de Pedro Amorós, director general de Industria, y Francisco Truyols, director general de Comercio, por la parte pública, así como el empresario turístico-náutico Narciso Vilaire por la parte privada.

El objetivo general que se fijaba era el desarrollo de una estrategia de promoción del sector náutico de Baleares, aprovechando las posibilidades que ofrecían sus características geográficas y climatológicas, y por supuesto su paisaje. Con ello se pretendía generar un polo de atracción para todas aquellas actividades relacionadas con la náutica, fijando como meta principal que Baleares se convirtiera en el centro náutico de referencia en el Mediterráneo occidental. Todo ello conectado con el turismo náutico a través de actividades con tour-operadores, el fomento del chárter combinado y las manifestaciones en puertos deportivos mediante regatas y demás eventos. 

La organización del Primer Salón Náutico Flotante de Baleares en Alcudia fue el germen del nacimiento y creación de la Institución Ferial de Balears (IFEBAL), que asumió la competencia de la gestión de esta feria y de las que posteriormente se realizaron en éste y otros ámbitos.

En 1984 el salón náutico se trasladó a Palma, y en esta ubicación se viene celebrando desde hace cuarenta años. Nótese que en sus orígenes el evento tenía un espíritu autonómico, sin embargo ha ido derivando hacia lo que hoy se conoce como PIBS (Palma International Boat Show), un evento de marcada proyección internacional.

Es indiscutible que de la mano de su actual director, Chema Sans, se ha logrado situar la feria como la más importante en el ámbito español y una de las más importantes de Europa. La mejor prueba de su prestigio es que todos los gobiernos, de distintos colores políticos, han mantenido un apoyo incondicional a su celebración. 

A su vez, el fuerte compromiso del sector ha propiciado una alianza público-privada que ha generado lo que hoy es esta importantísima feria, que debería ser un ejemplo para otros ámbitos de actuación pública. Ahora bien, como siempre todo es mejorable, y el Govern Balear y en particular el IDI y los Consells Insulars, deberían apoyar y promocionar otros eventos feriales de similar índole y esencia, como la Feria Náutica de Alcudia y la Feria Náutica de Santa Eulària en Ibiza, o el evento náutico de Porto Cristo PORTes OBERTes, celebrados recientemente. También otras instituciones, como la Cámara de Comercio, deberían disponer recursos en favor de la industria náutica. Estas ferias son de marcado carácter local y social, y representan un interesante espacio para nuestra industria, el ciudadano y el cliente residente.

Desde aquí quiero desear lo mejor para todos aquellos que directa o indirectamente, en el presente o durante las cuatro pasadas décadas, han hecho posible este modelo de éxito que hoy representa el PIBS. ¡Muy buena feria, feliz aniversario y por muchos años más, navegando a toda vela!

Nuevos retos, viejos problemas

La náutica precisa de una alta dosis de simplificación administrativa, que, sumada a la innovación, la tecnología y la sostenibilidad, permita desarrollar su gran potencial

El año que se nos va

A nivel legislativo, lo más destacable fue la modificación de la Ley de Puertos del Estado para que las concesiones portuarias anteriores a1992 puedan beneficiarse del sistema de prórrogas

Las tarifas de los amarres

Lo razonable sería que la APB las liberara los precios. Esto permitiría que los amarres de tamaño más reducido, la conocida náutica social, pudieran disfrutar de tarifas más bajas.

Los retos de Javier Sanz en la APB

Formación, conocimientos, experiencia, templanza, liderazgo y capacidad de gestión son cualidades que se concitan en la persona del nuevo presidente de la APB

La gobernanza de la APB

El Consejo debería estar formado por personas de perfil técnico

Es la hora de la política

La modificación de la Ley de Puertos del Estado para que las concesiones anteriores a 1992 puedan acogerse a prórrogas elimina una discriminación y es paradigma de la importancia de las buenas prácticas legislativas.

El partido náutico

«No es descabellado pensar en la aparición de plataformas electorales en defensa de nuestro sector, como ha ocurrido en Países Bajos con los agricultores»

El mantra de la saturación

El uso de las embarcaciones en Baleares es sumamente estacional, incluso más que el turismo convencional, ya sea residencial u hotelero.

Luego lloraremos...

La administración pública ha logrado llevar al sector del mantenimiento de yates a una guerra fratricida

El imperio de la ideología

¿Por qué está vetada en Alcúdia la reparación industrial de embarcaciones mientras se promueve en el puerto de Palma? ¿Por qué las autoridades medioambientales impulsan el desarrollo de un emisario submarino en la Bahía de Alcúdia? La lista de preguntas ocuparía varios folios.

La innovación en las instalaciones náuticas

La innovación debe ser algo más que un bonito discurso, y solo se alcanza a través de la libertad de empresa y la imaginación de sus gestores.

El REB y el sector náutico

La Ley del Régimen Especial de las Illes Balears. (Ley 30/1998) ya identificaba el sector náutico como clave para el futuro de la economía balear

La hora de la alta política para el sector náutico

La Constitución y el Estatuto de Autonomía contemplan la competencia autonómica de los puertos deportivos, pero la APB necesita los ingresos de este sector para garantizar su independencia financiera.

Los ‘fondos buitre’ del sector náutico

Han aparecido en escena “depredadores” que buscan quedarse con un fondo de comercio que ni les es propio ni han contribuido a crearlo

Alcudiamar, tres décadas de singladura hacia buen puerto (y II)

El objetivo la reforma integral de la instalaciones ha sido conjugar en todo momento el desarrollo del negocio con el cuidado del entorno

Alcudiamar, tres décadas de singladura hacia buen puerto (I)

Hemos mejorado en muchos aspectos, pero siguen latentes muchos de los demonios que atenazan a la sociedad y por ende al desarrollo de nuestro sector

Por una economía azul, sin excusas verdes

La larga tradición de los mestres d’aixa, fabricantes de llauts y embarcaciones hoy se imbrica con la actual industria de la reparación y mantenimiento, conformando un potente sector

La imprescindible seguridad jurídica (y II)

Parece justo y razonable favorecer la continuidad de aquellos concesionarios y gestores que han desarrollado en los puertos potentes infraestructuras turísticas e industriales

La imprescindible seguridad jurídica (I)

Parece claro que algo está fallando en el diseño de las reglas de juego cuando se alcanzan unos niveles de litigiosidad tan elevados: es el momento de repensar el sistema