El nuevo proyecto no contempla una ampliación, sino que optimiza espacios que hasta ahora no se utilizaban adecuadamente
Si todo sale bien, tendremos algún día, con suerte en ocho o diez años, en primera línea de la ciudad, un tradicional paseo peatonal que se recupera, el Paseo de la Riba. También tendremos un museo marítimo espectacular e incluso una escuela de vela municipal como la ciudad merece. No se aumentará significativamente el número de amarres de yates y no habrá más cruceros que los ya existentes.
El puerto no se amplía en realidad, sino que se optimizan espacios que hasta ahora no se utilizaban adecuadamente. Esto es muy importante, ha de quedar claro de cara al ciudadano que no se agranda, se aprovecha mejor el espejo de agua del puerto. Sólo se saca fuera del puerto, en una nueva pequeña escollera, el barco que nos trae el combustible, por motivos de seguridad más que bien argumentados.
En definitiva, enviar toda la industria de la reparación a la zona del Dique del Oeste, que era la opción de 2012, puede ser bueno siempre que finalmente sea viable técnica y socialmente. Aunque provocará, eso seguro, ciertas derivadas complejas, por lo que precisará de un profundo y sereno estudio técnico para convertirse en una opción real.
No se trata de un simple cambio de ubicación, no es un intercambio de espacios, es otra cosa, por lo que es imprescindible el consenso y la comunicación multidireccional para acertar en todas las decisiones. Creo que con serenidad y mucha cabeza se podrá conseguir.
Si todo sale mal, bueno, eso prefiero no pensarlo...
Las dudas principales del proyecto las tengo con los ferrys. Me sigue pareciendo un lío, como usuario, que salga cada uno de un punto diferente del puerto, según el destino y la naviera. En fin, será por una cuestión de maniobra y acumulación de ferrys en determinadas horas de la madrugada al arribar y a media mañana al zarpar, quiero pensar, ya que todo eso nos aboca a otras cuestiones también relevantes, como por ejemplo ¿qué pasará cada mañana con las largas colas de camiones frente a la catedral para embarcar rumbo a Barcelona? He llegado a contar ochenta camiones en el semáforo frente a la catedral a las diez de la mañana ¿Se hará finalmente un túnel desde el Parque del Mar al Palacio de Congresos para remediarlo? ¿Se sacará de esa gran obra pública el material de relleno para el nuevo Dique del Oeste?
También me pregunto ¿cómo se trasladarán los trabajadores de la industria de la reparación que viven en la zona de Santa Catalina o el centro de Palma al Dique del Oeste sin tener que coger el coche? De los 2.500 trabajadores directos del sector de reparación, más del 60% realizan su actividad cada día en el puerto de Palma, en la actual zona de reparación. Es decir, un movimiento diario asegurado de unas 2.000 personas. Muchos hoy van caminando, en patinete o en bicicleta a su puesto de trabajo. A éste muy alto número de trabajadores hay que añadir otros 400 o 500 tripulantes. ¿Es hora de crear una línea de buses-anfibios o golondrina-bus para llevar a los trabajadores de una zona a otra del puerto de Palma?
Otra cosa, ya que estamos. ¿Se podrá dejar en la zona del dique del Oeste una pequeña área de reparación para náutica social? Es decir, ¿los barcos pequeños tendremos un espacio allí a un precio económico para reparaciones sencillas? ¿Sería viable aprovechar también para hacer una pequeña marina seca con objeto de reducir la lista de espera de solicitud de amarres de la APB y atender así a la náutica de iniciación, la náutica social?
No veo todas estas cuestiones como problemas. Todo lo contrario: creo que son oportunidades, temas que ahora no toca dilucidar y resolver al 100%. No es el momento, estamos en una fase todavía embrionaria del plan, ya iremos afinando, seguramente, con las aportaciones técnicas de todas las partes implicadas. La Autoridad Portuaria de Baleares ahora escucha, que no es poco.
¡Cómo han cambiado los tiempos!