Quién sabe, tal vez no era mi destino y estuve más de una década de prestado. Puede que Dios no me llamara para las escuelas de vela, las regatas y la enseñanza de la vela.
Aún así, estoy contento y este verano he visto parte de los resultados. No creo que mi participación haya sido determinante, pero una cierta vanidad me hace pensar que tengo una parte alícuota de responsabilidad en los tres hechos que vienen a continuación.
El día de la procesión de la Virgen del Carmen me quedé tirado en la barca con gente a bordo. Menos mal que el Bachibizuk participaba también, me remolcó hasta el puerto y me dejó con una maniobra que causó admiración a los que estaban en tierra. Estoy seguro de que Mateo ha aprendido más a la caña con sus padres que conmigo, pero ¡qué remolque! Alguien ha llegado a la rampa con más Optimist y 420 antes. Toma el cabo de remolque, sigue siempre el motor, no hagas eses. Y una preciosa caída hacia babor para dejar franco el paso.
A los pocos días me encontré a Gaspar, Magdalena y a su tío. Gaspar entró en Optimist, dio el paso a Laser, entró en el CETEIB y ahora se había matriculado en la Náutica Pesquera. Esta vez fue su tío el que me comentó que yo tenía algo que ver. Qué alegría pensar que entrenos y desplazamientos por la isla, y luego a campeonatos por España y el extranjero han dado este fruto. Un joven que quiere ligarse a la náutica profesional, una vida de cara al mar.
Por último, Nico va loco por tener un velerito de orza abatible y un fueraborda. Me alegra cuando me consulta y cuando intercambiamos mensajes con los puntos en los que debe fijarse. Aquí seguro que he triunfado, nunca prometí hacer campeones, pero si navegantes. No sólo es una alegría si no que me pone en la senda de anteriores responsables que pasaron por el club como César o Toni. Per aspera at Astra!
Corolario. Si eres un monitor o un entrenador de vela -o de cualquier otro deporte- que sepas que tienes una responsabilidad, o muchas, la verdad. Pero la más importante es la de conseguir un cambio en el que aprende y que ese deporte y sus valores le acompañen toda la vida. Hazlo aunque estés de paso y este trabajo no sea tu destino.