Julio, el oficial principal, preguntaba al balizador de barlovento por las condiciones arriba. Habíamos izado aplazamiento y el tiempo se nos echaba encima. Una prueba hoy daría para un descarte. Yo estaba en proa con la lanita, el compás y walkie intentando que coincidieran las lecturas, pero en barlo daba de izquierdas y aquí abajo se iba a derechas.
Antonio, el auxiliar que nos ayudaba, iba a ser el encargado de las banderas y pasaba el tiempo comiendo el picnic y saludando a los distintos entrenadores que se acercaban a meter presión.
En cinco minutos se entabla el viento, presión homogénea, eje al 060, baliza 1 en stand by. Línea de salida montada. Bandera naranja arriba, 9 minutos para salida, 3 para bajar Inteligencia. Fondeada la baliza 1, aceleración, posición GPS enviada por WhatsApp, balizador 2 fondo. Julio y yo en nuestros sitios, walkies, grabadoras, varios cronómetros en cuentas atrás. Check de viento por enésima vez. Línea de salida cuadrada. Bandera flota roja izada, pitada y…
Antonio en cuclillas tapándose la oreja derecha. ¿Qué ha pasado? 50 segundos.
–¡Antonio, Antonio!
40 segundos. Antonio en el suelo se retuerce, se quita la mano de la sien. ¡Cretino!
30 segundos. Gran momento para la higiene personal. Se estaba rascando la oreja con una brida pero no había tenido mejor idea que meterse el cierre en el oído y ahora no sólo no podía sacarlo, sino que se rozaba el tímpano y veía las estrellas.
–¿Paramos, Julio?
–No, negativo. No podemos levantar aplazamiento.
20 segundos, 10, 9, 8, 7… Uniform arriba. Un sonido. 3 minutos para la próxima señal.
–Antonio, no te muevas. No te toques la oreja. Coge aire y tranquilízate. ¿Tiempo?
–2 minutos, 30 segundos para último minuto.
Gritos a bordo. Las chicas de RS:X tratando de ver lo que pasa. Un tío en el suelo y dos agachados. 2 minutos. Julio y yo nos miramos. Me pongo a ahorcajadas sobre Antonio y trato de inmovilizarlo. Julio, más decidido, se pone genuflexo para apoyar la otra rodilla sobre la mejilla derecha del auxiliar. Este se revuelve. 1 minuto y 30 segundos.
–¡Antonio, colabora! Si no pasas el resto del día así, no pienso desembarcarte.
Empujón contra el espejo de popa. Nuevo intento de inmovilización. Debe ser todo muy cómico desde afuera, pero aquí, en la bañera del comité, se bordea la tragedia.
Julio con una mano consigue darle la vuelta al brazo y forzarlo a la espalda. El POL104 se asoma por la bañera, da un bordo y su tripulación se aleja asustada. 1 minuto para el último minuto. En 30 segundos deberíamos estar mirando la línea de salida, dando un bocinazo y arriando una bandera. Julio coge la brida, tira y la gira sobre si misma. ¡Sale! Julio cae, Antonio grita. Bajo Uniform y soplo fuerte con un silbato que no llego a la bocina.
JPN35 cerca de la línea, 30 segundos, 20 segundos, 10, 9, 8…
Salida limpia.