Los científicos han detectado la presencia de focas monje en Baleares. Fotografía: Anemone / Adobe Stock
Gran noticia: el Vell Marí reaparece en aguas de Baleares tras más de medio siglo de ausencia. Con toda seguridad, al menos así debería ser, esta buena nueva obligará al Govern a cambiar la gestión de las reservas marinas en breve.
Nos alegra saber que la culpa la vuelve a tener la conocida como foca monje, aquella que se extinguió por ser una amenaza para la pesca profesional. Este mamífero marino se tomará ahora la revancha y estamos seguros de que las autoridades promulgarán la reglamentación necesaria para evitar que se siga faenando con artes dañinas para este animal.
Las reservas marinas de interés pesquero eliminan de sus aguas las actividades de pesca selectiva dejando que se puedan utilizar trasmallos y palangres de más de 500 anzuelos. Esto podría cambiar si los políticos están interesados. ¿Tendrá que ver con los aires electorales que empiezan a soplar? ¿Va a haber un cambio de gestión y autorizaciones en las reservas marinas? ¿Por qué una pesca selectiva como la pesca submarina se ha eliminado de las reservas en vez de gestionar unas tallas acordes, número de capturas, días hábiles de pesca y control?
Seguimos sin entenderlo ¿Por qué a unos si y a otros no? Sin embargo, el redescubrimiento del Vell Marí en aguas baleares podría cambiar todo esto. Las reservas de interés pesquero, para interés y uso de la pesca profesional, tienen los días contados si los políticos actúan sin sentirse presionados por el director general de pesca, proveniente de una familia de pescadores profesionales y propietario en la actualidad de una embarcación de arrastre alquilada.
¿Volverá a faenar el director general cuando deje la política? No extrañaría a nadie que así fuera, ya que la profesión del pescador se lleva en la sangre y es difícil separarse del mar. El director general podrá seguir faenando, no como los pescadores recreativos de pesca submarina, por ejemplo, que tienen restringida esta actividad en muchas reservas por interés de este alto cargo y la mala prensa que, junto a la Fundació Marilles, lleva promoviendo desde hace años contra este tipo de pesca recreativa.
Mientras, los pescadores submarinos seguiremos defendiendo nuestros derechos con argumentos, no con ocurrencias o pretextos ideológicos como nos tienen acostumbrados, para poder seguir disfrutando del mar.