Cuando todo esto acabe me hago un tatuaje y me bebo medio botella de grappa, todavía no sé en qué orden.
Una estrella náutica de cinco puntas, en la espalda, para ir poniendo más y acabar con varias constelaciones. Por que me conozco y no podré tener una sola: la estrella polar para poder volver a casa -ese es el significado original-, toda la Osa Menor, la Osa Mayor, Orión y Sirius, de los que ya les he hablado en alguna ocasión…
Buscando documentación sobre tatuajes marineros sólo he visto información anglosajona. Por lo visto James Cook trajo a polinesios tatuados a Europa y fueron sus marineros los que se hicieron tribales como los samoanos y fiyianos, recuerdos de sus travesías por el Pacífico. Nada de Elcano y Magallanes que pasaron 250 años antes por ahí.
A principios del siglo XIX, el 10% de los marineros de la US Navy iban tatuados con diseños simples, esquemas de anclas, palabras, iniciales y corazones. En 1870 se abre la primera tienda profesional pero todavía se tatuaba clavando agujas de hueso y hollín por lo que no existía la posibilidad de hacerse filigranas. Veinte años más tarde se inventó una máquina eléctrica y, con ella, un salto cualitativo. Además, los diseños se dibujaban en hojas que se podían enviar a distintas tiendas. El jefe del cotarro fue Sailor Jerry, que abrió tienda en Honolulu en los años 30 de siglo pasado -tiene entrada propia en la Wikipedia y un documental en Netflix, ojo- que ha hecho que sus dibujos sean canónicos y todavía imitados.
¿Qué otros tatuajes náuticos hay? La Web pijamasurf nos hace un resumen, pero ya les digo que con una visión muy anglo.
Un barco completamente aparejado significa que el marinero ha cruzado el cabo de Hornos, una golondrina son 5.000 millas navegadas, un ancla para los que han cruzado el atlántico, un pinup hula para identificar a los marineros destacados en Hawaii y un dragón para los que han servido en China.
Los que tienen más números para mí: la estrella para encontrar el camino a casa, un cerdo y un gallo en los pies para no morir ahogado (las jaulas flotaban) y la inscripción HOLD FAST en las falanges para no soltar los cabos y no caer de los masteleros, esto último se lo voy a escribir a todos los chicos de la escuela de vela este verano.