El pasado 14 de octubre, volviendo del Salón Náutico de Barcelona, me encontré en el embarque de la T1 con Joan Riutort, altísimo cargo de STP. Le pregunté si había leído mi último artículo y me respondió que no, porque siempre «les daba palo». Me enteré de que se me ha hecho la fama de estar «comprado por Astilleros de Mallorca» por un artículo que escribí hace unos meses sobre los modelos de astilleros de refit.
El comentario de dar palo me dejó triste por reflejar aquella actitud tan usual en la isla «o estás conmigo, o estás contra mí», que divide irracionalmente a personas e instituciones y refleja la incapacidad de dialogar y de intentar comprender las situaciones.
No soy periodista, me veo como un cronista náutico aficionado, que tuvo la enorme suerte de vivir experiencias muy interesantes y poder recordarlas para compartirlas desde Gaceta Náutica y alguna que otra publicación náutica internacional. Dediqué mi vida a la náutica, tuve cierto éxito y sigo en ello. Corrí regatas importantes (Buenos Aires–Río de Janeiro), fui patrón de veleros, tengo cinco travesías del Atlántico con veleros y motoras. Conozco la náutica en la mayoría de sus facetas y en Argentina, Brasil, EEUU, Mediterráneo, Norte de Europa, Australia y Asia (China y Singapur).
He dado más de 40 conferencias sobre náutica en 12 países. En octubre de 2021 me entregaron el trofeo Cornamusa de Oro como reconocimiento a una vida dedicada a los puertos deportivos. He diseñado marinas en Baleares, China (Qingdao) y en Dubai (Business Bay). Durante 5 años monté electrónica naval en grandes yates en astilleros de Holanda, Alemania e Inglaterra. Fui gerente técnico de Sunseeker en Puerto Adriano y, después, fui socio durante 17 años de Marinas y Pantalanes, la sociedad que se adjudicó el Pantalán del Mediterráneo y luego el Moll Vell, marinas que gestioné.
Formo parte de ICOMIA, PIANC, ISO, GMBA y el Yacht Club de Mónaco (por invitación). Lo disfruté todo y acabo de aburrirlos con esta historia porque mi experiencia es mi único aval. Sin la experiencia, los recuerdos, las observaciones y el sentido común hacen que en mi opinión el modelo de Astilleros de Mallorca para los grandes yates sea más apropiado que el de STP, así lo haré saber porque al fin y al cabo es una opinión, mi opinión, que es lo que comparto en mi columna.
Esta opinión la callé durante 17 años porque podía perjudicar a mis socios y al negocio (en la APB las represalias existen, sutiles, sin dejar trazo, pero contundentes, como por ejemplo que la firma de una autorización tarde 6 meses en vez de dos semanas). Critico a la APB porque son los malos de la película y tienen tan poco cuidado que lo anuncian a bombo y platillo. Recordemos al director corrupto (A. Matías), presidente salpicado (F. Triay), presidente imputado (J. Gual) y el caso Real Club Náutico de Palma, caso El Molinar, caso CN Ibiza y caso Astilleros de Mallorca.
El día que me deje comprar, mi credibilidad desaparecerá y no tengo ninguna intención de que eso suceda. Todo el mundo tiene derecho al pataleo, pero tiendo a tomar en serio aquellas opiniones de gente informada y que no cae en lugares comunes que favorecen lo que les conviene. Creo que el modelo de Astilleros es mucho mejor que el de STP. Y si no les gusta lo que digo, pueden pasar directo a la página 4 de Gaceta Náutica y asunto solucionado, porque leer debe ser un placer y no una obligación.