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Aina Bauzà abordo del Redó by Ànima Negra
Aina Bauzà, regatista del Club de Vela Puerto de Andratx, ha llegado hoy a las 12:49 (hora española) a la isla de San Salvador, en las Bahamas y ha parado el cronómetro con un registro de 31 días y 34 minutos en su cruce del Atlántico.
La mallorquina ha sido la primera persona en completar esta travesía entre Cádiz y San Salvador en solitario en un monocasco, la primera mujer en hacerlo y la primera navegante en una embarcación de 21 pies, es decir, de 6.5 metros.
Inicialmente, el objetivo era cubrir las casi 4,000 millas náuticas que separan Cádiz de San Salvador en menos de 21 días, sin embargo, las condiciones meteorológicas adversas retrasaron su llegada. "La meteorología no ha permitido coger la ruta más corta, he tenido que bajar muy al sur para mantenerme en la zona de vientos favorables y hacer muchas más millas de las previstas", explicó Aina. Finalmente, recorrió aproximadamente unas 4.800 millas en 31 días, con velocidades punta que han alcanzado los 18 nudos.
Aina se ha enfrentado a una meteorología impredecible a lo largo de toda la travesía. Durante la primera fase del viaje, se topó con tres frentes fríos. Aunque la llegada a las Canarias fue positiva, experimentó algunas horas de baja velocidad debido al desvente en las islas. Más tarde, al adentrarse en el Atlántico, tuvo que descender más hacia el sur debido a la proximidad del anticiclón de las Azores. En la travesía por el Atlántico central, se encontró con alisios que se intensificaron gradualmente, con días de vientos superiores a los 25 nudos y olas de hasta 4 metros. Finalmente, al aproximarse al Caribe, una sucesión de hasta 4 frentes fríos bastante activos le causaron un viento más variable y, sobre todo, lluvias con intensidades considerablemente elevadas.
Esta travesía ha represenado un desafío personal para Bauzà. "Era la primera vez que estaba tantos días sola a bordo y el primer cruce del Atlántico". Durante más de 16 días, no avistó ningún rastro de vida humana, siendo solo en aguas caribeñas, cerca de la llegada, cuando se cruzó con el primer carguero. “Lo vi en el AIS y no me lo podía creer, había un barco cerca, tuve que verlo con mis propios ojos”. También se sorprendió al encontrar una gran cantidad de basura en el océano “Encontré un fluorescente de cocina o envases, tuberías. Me daba mucha lástima porque me era imposible recogerlo a la velocidad que navegaba”.
La navegante prepara ahora la vuelta a Europa, el Redó by Ànima Negra vuelve a Mallorca a bordo de la flota de Peters & May, colaborador de esta aventura. A pesar del éxito, Aina está ansiosa por nuevos retos y proyectos, aunque ahora le gustaría compartir la experiencia de navegar con más gente y aprender de otros navegantes.