Barcos bomba en el Mar Rojo

Muere un marinero filipino tras el ataque hutí con una lancha explosiva no tripulada a un granelero de 229 metros de eslora

La tripulación del Tutor, a su llegada al portaaviones Dwight D. Eisenhower. Foto: US Navy

El último ataque de los hutíes contra barcos que navegan por el área del Mar Rojo se ha saldado con un marinero desaparecido y el granelero griego Tutor, botado en 2022 y de 229 metros de eslora, a la deriva abandonado por su tripulación y camino de hundirse tras sufrir un ataque de un barco bomba. La milicia islamista ha utilizado este método de ataque mediante barcos teledirigidos desde el inicio del conflicto pero, según los datos facilitados, ésta es la primera vez que han alcanzado su objetivo.

El incidente tuvo lugar el miércoles de la semana pasada cuando el Tutor navegaba rumbo a la India cerca del puerto yemení de Al Hudaydah, en el Mar Rojo. Las imágenes difundidas parecen probar que el buque contaba con un equipo de defensa privado equipado con armas semiautomáticas. Estos centinelas detectaron lo que parecía ser una pequeña lancha de pescadores con dos personas a bordo navegando en las proximidades del buque. La pequeña embarcación se acercaba rápidamente al Tutor y solo entonces sus tripulantes se percataron que los dos supuestos pescadores eran meros maniquíes.

Solo hubo tiempo de avisar al personal para que se refugiara en el interior del barco mercante. La pequeña barca era en realidad un buque de superficie no tripulado (USV) cargado de explosivos que provocó una gran detonación que originó graves daños en la zona de popa y la sala de máquinas del barco. Un marinero que se encontraba precisamente en aquel lugar está desaparecido desde entonces.

Tres centinelas observan desde el puente del Tutor cómo se acerca la lancha bomba segundos antes de la explosión.

El resto de la tripulación del Tutor se refugió en una zona interior central del barco intentando asegurar de esta manera su seguridad ante nuevos ataques externos con un frugal suministro de víveres y un pequeño generador. Sus miedos no tardaron en convertirse en realidad pues cuatro horas después un dron hutí impactó sobre la otra banda del indefenso barco, según contaba en rueda de prensa ya en Manila el capitán del barco, Christian Domrique.

El Tutor emitió una llamada de socorro pero no fue hasta el sábado por la mañana, tres días después del incidente, cuando un helicóptero de la Armada estadounidense llegó hasta el granelero para rescatar a la tripulación superviviente, un grupo de 24 personas de nacionalidad filipina. Los marineros fueron evacuados primero al crucero USS Philippine Sea y después al portaviones USS Dwight D. Einsenhower. Desde allí se les transportó vía aérea hasta Bahrein, desde donde viajaron hasta su país de origen.

El primer ataque mortal a los barcos que transitan por el Mar Rojo y el Canal de Suez realizado por los rebeldes hutíes con apoyo iraní tuvo lugar el pasado mes de marzo. En aquella ocasión, el objetivo fue otro granelero, el True Confidence, que transportaba acero desde China hasta Arabia Saudí. Tres de sus tripulantes, un vietnamita y dos filipinos, murieron tras impactar un misil en la zona del puente de mando.

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