El lunes por la tarde se realizó la evacuación de los pasajeros y parte de la tripulación del Tenacia. Foto: Salvamento Marítimo
El riesgo potencial de un nuevo incendio que podía surgir en un remolque recalentado estacionado en el garaje principal resultó clave en la decisión de evacuar el ferry del capitán del Tenacia. El responsable del buque reconoce también que el malestar de los pasajeros iba en aumento por no disponer de aire acondicionado y otras incomodidades consecuencia del incidente.
“En el garaje principal, un remolque recalentado presentaba riesgo potencial de incendio, lo que podría haber complicado aún más las operaciones de evacuación. Por ello, consideré oportuno desembarcar a los pasajeros y a parte de la tripulación aprovechando la presencia de las embarcaciones de rescate y de otros buques…”, argumenta el capitán del Tenacia.
“En el momento de la evacuación el barco solo contaba con el generador eléctrico de emergencia, lo que suponía una reducción de todos los servicios a bordo”, explica la máxima autoridad a bordo del ferry. Esta precariedad energética es el origen de las incomodidades que tuvieron que afrontar durante más de doce horas los pasajeros que navegaban en el ferry con destino a Palma: “Algunos pasajeros manifestaron su malestar por no disponer de aire acondicionado ni libre acceso a los camarotes o a las distintas salas del barco, normalmente abiertas al público”, reconoce el capitán.
El Tenacia sufrió un incendio en la sala de máquinas la madrugada del domingo al lunes cuando completaba la ruta entre Valencia y Palma. A bordo navegaban 350 pasajeros y 61 tripulantes. Las llamas fueron controladas finalmente con un disparo de CO2 pero el barco quedó a la deriva más de 12 horas hasta que pudo comenzar a ser remolcado para emprender ruta de regreso a Valencia, donde llegó ayer martes a mediodía.
Salvamento Marítimo, bajo la autoridad de la Capitanía Marítima de Palma, había conseguido antes transbordar a todos los pasajeros a un barco mercante y a otro ferry para que fueran trasladados al puerto de Valencia, donde llegaron la noche del lunes. Allí esperan ahora para recuperar sus vehículos y sus pertenencias.
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