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Fragmento de la carta del conseller del Mar al ministro de Transportes.
El conseller del Mar, Juan Manuel Lafuente, ha pedido al Ministerio de Transportes que la exención del impuesto verde europeo a las navieras se extienda a Mallorca. La mayor isla balear era la única de todas las islas españolas que no había quedado exenta de esta nueva tasa que se aplicará a partir del 1 de enero de 2024. Menorca, Ibiza y Formentera quedaban exentas por tener una población menor a 200.000 personas mientras que todas las islas canarias tampoco la iban a aplicar por ser consideradas región ultraperiférica.
El Govern denuncia que “Esta normativa implicará un aumento en los costos para usuarios finales, tanto empresas como particulares, debido al pago por los derechos de emisión de CO2” e insta a considerar una exención para Mallorca, para prevenir un impacto adverso en su competitividad frente a otras regiones.
La carta del conseller al ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, hace hincapié también en la necesidad de revisar y mejorar las condiciones actuales del transporte para los residentes de Balears, proponiendo una revisión de los descuentos aplicados. Subraya la idea de ampliar estas bonificaciones no solo a los pasajeros sino también a los vehículos, lo que facilitaría considerablemente la movilidad y el acceso a servicios esenciales para los habitantes de las islas.
Cuando empiece el año que viene el transporte marítimo entrará en el Régimen Comunitario de Comercio de Derechos de Emisión. Este recargo, que en las navieras que cubren la ruta entre la Península y Baleares, puede suponer un recargo anual de entre 5 y 6 millones de euros cada año por cada barco. Este sobrecoste será evidentemente repercutido en las mercancías transportadas y, finalmente, hará subir el precio de todos los productos que no sean originarios de Baleares en supermercados y comercios de toda índole.
La Federación Empresarial Balear de Transporte, FEBT, denunciaba ayer la discriminación que esta tasa suponía en concreto para Mallorca. El presidente de la entidad que agrupa a los transportistas de las Islas, Ezequiel Horrach, calculaba que la nueva tasa supondría “un incremento en los precios para el consumidor de entre un 16 y un 20 por ciento en los próximos dos o tres años”, una subida que se sumará cada año a la ya de por si elevada inflación.
Horrach destacaba que este impuesto parece solo una nueva manera de cobrar más a empresas y ciudadanos pues hasta ahora: “No hay otra vía. Si hubiera alternativas, eléctricas o de otro tipo en los barcos, intentaríamos entre todos llegar a otra solución pero no existe o no está en el mercado un combustible que no contamine, así que estamos pagando justos por pecadores. Europa ha puesto unos objetivos irreales para la descarbonización, así que seguiremos contaminando pero pagaremos un impuesto”.
La naviera danesa Maersk presentó hace dos meses su primer buque que utiliza metanol verde como combustible. Sin embargo, por si acaso, el barco equipa también una monitorización alternativa para combustibles tradicionales porque en la actualidad no está garantizado el suministro de estos nuevos combustibles para alcanzar las necesidades del transporte marítimo.