El velero Champagne, que resultó hundido por el ataque de un grupo de tres orcas el pasado 4 de mayo en aguas cercanas a Barbate, se dirigía a Palma en un viaje que había partido desde Tenerife y tenía una escala programada en Benalmádena.

El suceso ocurrió cerca de la medianoche, como publica la revista náutica germana Yacht. El barco navegaba a unos 8 nudos cuando un estruendo sorprendió a sus cuatro tripulantes, que realizaban una travesía como parte de la formación de una escuela náutica suiza.

Según explicó después Werner Shaufelberger, el veterano patrón de este Sun Odissey 519, su primer pensamiento fue que habían colisionado con algún objeto de grandes dimensiones. Sin embargo, no tardaron en descubrir que el origen de los golpes era una gran orca que se lanzaba repetidamente contra el costado del velero de 15 metros de eslora.

Mientras, otras dos orcas más pequeñas sacudían el timón del barco, pero poco después, siguiendo la conducta de la grande también empezaron a embestirlo en la zona del timón y de la quilla, según el relato del patrón. La pesadilla duró más de una hora.

La tripulación notó que habían surgido dos vías de agua en la zona del timón, en una ubicación difícil del alcanzar. A duras penas lograron taponar una de ellas pero no tardaron en darse cuenta de que la maniobra no sería suficiente.

Dieron aviso a Salvamento Marítimo, que mandó un helicóptero y una embarcación a la zona. El Champagne comenzó a ser remolcado hacia el puerto de Barbate pero las bombas de achique no daban abasto y el velero embarcaba cada vez más agua.

Finalmente, el Sun Odissey 519 acabó por hundirse a pocos metros de la bocana del puerto de Barbate. Allí sobresale todavía por encima de la superficie su mástil, incrédulo todavía por el inesperado y violento encuentro, a la espera de un rescate.

El Champagne es el tercer barco cuyo hundimiento ha sido vinculado al ataque de orcas. Los dos casos anteriores se dieron en agosto y noviembre del año pasado. Los tres han ocurrido de noche y en veleros.  En el primero de ellos los cinco tripulantes del barco fueron rescatados por un pesquero cuando ya estaban en la embarcación auxiliar tras el percance, ocurrido en la costa sur de Portugal. En el segundo incidente, el 1 de noviembre, el velero Smousse, de 12 metros de eslora, se fue a pique tras un encuentro con estos cetáceos a pocas millas de Viana do Castelo, al norte de Portugal.

Gaceta Náutica publicó ayer un video submarino grabado hace un año cuando el Milai, un velero de competición que participaba en la Global Ocean Race, tuvo un encuentro con un grupo de seis orcas. En las imágenes se puede ver cómo uno de los animales abre la boca y arranca un trozo de timón.