
El mar es como una enorme piscina. La idea de llegar a una cala, fondear la embarcación y disfrutar de un pequeño espacio del entorno natural en exclusividad se hace patente con ingenios como la piscina marina Oceandreams.
Cada vez es más frecuente la aparición de medusas en las playas por el aumento de la salinidad del agua y su temperatura, así como por la progresiva desaparición de sus depredadores naturales como las tortugas. Para evitar este problema, Oceandreams Mallorca, una empresa ubicada en Port Adriano, ha creado y patentado una piscina flotante e hinchable.
La piscina forma un recinto tridimensional, que aporta un plus de seguridad cuando hay niños a bordo, ya que quedan protegidos de medusas, peces, embarcaciones adyacentes, tráfico de barcos en las calas, suciedad y plásticos.
La piscina se ofrece en distintos tamaños, M (4×3 metros) y XL (5×4 metros). La de talla mediana ofrece una superficie segura para unas seis personas y resulta conveniente para barcos de hasta 17 metros de eslora. La piscina XL es más adecuada para barcos de hasta 30 metros.
La piscina viene en una bolsa del tamaño de una maleta de mano que usamos para viajar en la cabina del avión. Se hincha manualmente en apenas unos minutos, mientras estamos en la plataforma del barco. Una vez inflada, se lanza al agua y se fija a popa con la escalera de baño que se introduce dentro y con un cabo a una cornamusa del otro lado.
Para guardarla, se deshincha y se deja que se vaya secando, poniéndola dentro del dinghy. Una vez en puerto, se puede limpiar con la manguera de agua dulce mientras baldeamos el barco y se deja secar hasta su próximo uso.