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El Alboran Coñac era un velero destinado al chárter con base en Tenerife. Fotografía procedente de la web Yachtic.
Las orcas se han cobrado una nueva víctima entre los barcos que cruzan el Estrecho, la primera de este año 2024. Ayer, domingo, por la mañana el velero Alboran Coñac, un Jeanneau Sun Odissey 519 de 15,7 metros de eslora botado en 2017, se fue a pique 14 millas al suroeste del Cabo Espartel, al norte de la costa marroquí, tras un encontronazo con estos cetáceos.
Ante la inminencia del naufragio, los dos tripulantes que navegaban a bordo del velero fueron rescatados por un petrolero que navegaba en las cercanías, el MT Lascaux, que los trasladó hasta el puerto de Gibraltar.
Salvamento Marítimo se mantuvo a la expectativa por si era necesaria la intervención del helicóptero Helimer con base en Tarifa, pese a que el incidente había ocurrido en aguas bajo jurisdicción marroquí y por lo tanto era responsabilidad del Maritime Rescue Coordination Center, MRCC, de Casablanca. Sin embargo, una vez garantizada la seguridad de los tripulantes del velero en el petrolero, no fue necesaria la intervención de medios aéreos de rescate.
La información facilitada por Salvamento Marítimo precisa que el centro de coordinación recibió un aviso poco antes de las nueve de la mañana desde el Alboran Coñac, un velero dedicado al charter con base en Tenerife, en el que sus tripulantes explicaban que habían tenido una interacción con orcas, sufriendo repetidos golpes en el casco y que había empezado a entrar agua con mucha rapidez en el barco.
El doctor en Biología y portavoz del Grupo de Trabajo de la Orca Atlántica, Alfredo López, precisa: “En el caso de los veleros los naufragios registrados por estas interacciones se deben siempre a la rotura de la limera del timón al pinzar la mecha, lo que provoca la entrada de agua en la embarcación”. Según detalla López, solo se han registrado naufragios tras encontronazos por roturas en el casco en el caso de dos lanchas pesqueras marroquíes “porque tenían el casco de madera y en muy mal estado”.
Tras recibir el aviso del barco en peligro, los operadores de Salvamento Marítimo apremiaron a los tripulantes del Alboran Coñac a ponerse los chalecos salvavidas, conectar el AIS y encender la radio baliza. Finalmente, ante la inminencia del naufragio, las dos personas que estaban a bordo del velero fueron trasladados cerca de las 10 de la mañana al petrolero de 120 metros de eslora que afortunadamente transitaba por la zona a esa hora. Finalmente, la información difundida por el MRCC confirmó que el velero se hundió poco después del mediodía.
Los datos recopilados por el Grupo de Trabajo de la Orca Atlántica cuentan ya cuatro veleros hundidos tras interacciones con orcas al que ahora se sumaría como quinto caso el Alboran Coñac. El último caso tuvo lugar el pasado 31 de octubre cuando el Grazie Mamma, de 13 metros, se fue a pique y se hundió mientras se dirigía hacia Tánger tras sufrir durante 45 mintuos los embates de estos grandes cetáceos. Por otro lado, este grupo de investigación, como hemos citado antes, también ha contabilizado el naufragio de dos lanchas pesqueras marroquíes de madera por el mismo motivo.
Las estadísticas registradas de estas interacciones, que los biólogos afirman que no se deben a un comportamiento agresivo de las orcas, están a la baja respecto a años anteriores. En los cinco primeros meses de 2024 se han registrado 26 interacciones, mientras que en 2023 hubo 61 casos en el mismo periodo. El año pasado se cerró con un total de 217 interacciones registradas con orcas en aguas hispano portuguesas, el récord desde los primeros incidentes de este tipo en 2020.
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