El Club Marítimo de Mahón es una de las entidades náuticas más importantes de España.
La Autoridad Portuaria ha dado un nuevo ultimátum a la empresa Trapsayates para que abandone los amarres del Muelle de Levante del puerto de Mahón a las 10.00 horas del próximo 10 de noviembre. El Club Marítimo de Mahón (CMM), ganador del concurso público convocado para la gestión de la instalación, ha sido convocado una hora más tarde para hacerse cargo de la gestión temporal de una parte del que fuera su histórico puerto.
El traspaso de la concesión estaba inicialmente previsto el pasado 26 de octubre, pero un recurso de última hora presentado por Trapsayates, donde se oponía a su desalojo, impidió que se hiciera efectivo.
El director de la APB, Jorge Nasarre, informó entonces al CMM de que el acto quedaba suspendido a la espera de un informe de la Abogacía del Estado. El propio Nasarre ha vuelto a comunicar al club que la toma de posesión se hará el jueves por la mañana, una vez Trapsayates haya abandonado el puerto.
El Consejo de Administración de la APB acordó el pasado 29 de junio elegir al CMM como "solución suficientemente ventajosa" en el concurso público para la gestión de las instalaciones destinadas a pequeñas y medianas esloras en el Muelle de Levante del Puerto de Mahón, entre la Punta del Rellotge y Es Gasassus. Esta concesión de 165 amarres entre 8 y 15 metros representa sólo una parte del puerto original del Club Marítimo de Mahón, el cual fue a parar a manos de Trapsayates en una licitación de 2010 que la Justicia consideró amañada (sentencia del caso Mar Blau).
La histórica entidad náutica, la más representativa de los deportes del mar en Menorca, ha conseguido sobrevivir durante todo este tiempo gracias a que es propietaria del edificio social (ubicado fuera del dominio público portuario) y a la gestión de una explanada otorgada mediante ocupaciones temporales.