Juan Manuel Lafuente, esta mañana en el Parlament, con Alex Pitaluga a su espalda.
Rifirrafe en la sesión parlamentaria de esta mañana por la repercusión del decreto de simplificación y sus consecuencias en la gestión del litoral balear. El socialista Álex Pitaluga interpeló al conseller de la Mar, Juan Manuel Lafuente, afirmando que la nueva regulación de Costas suponía “una barra libre de usos y obras del dominio público marítimo-terrestre” en el que, según afirmó “los ayuntamientos se autootorgan los permisos”.
Lafuente se mostró en total desacuerdo con el socialista y afirmó: “Consideramos que las medidas del decreto tendrán una repercusión muy positiva en la tramitación de los expedientes de costas y litoral. Estimamos que se ahorrará la tramitación de unos 600 expedientes al año que colapsan la administración y que se resolverán de una forma ágil y rápida”.
Álex Pitaluga argumentó que el nuevo decreto “ataca el territorio porque provoca arbitrariedad, mucha indefinición y, por supuesto, mucha inseguridad jurídica”. El parlamentario opinó que con la nueva normativa “bastará una declaración responsable para hacer cualquier instalación, uso y actividad en la zona de servidumbre del litoral”.
El conseller precisó que esto no era así, pues el decreto de simplificación y racionalización administrativa solo permitirá obras en zona de servidumbre con declaración responsable a los ayuntamientos que así lo soliciten “en el caso de que estos trabajos no supongan cambios de uso ni ampliación ni incremento de volumen, no para todas las obras”.
Lafuente atacó la gestión del pacto de progreso anterior en la transferencia de Costas al Govern que ha supuesto que el cánon para los ciudadanos se haya multiplicado por dos o por tres.
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