“Si esto sigue así, la pesca recreativa de altura se habrá extinguido para 2030”

El Ministerio ha dado hoy el cerrojazo a la temporada de atún rojo tres días después de su inicio

La temporada de pesca recreativa de atún rojo ha durado este año en España tres días. Imagen: Adobe Stock

“Si esto sigue así, la pesca recreativa de altura se habrá extinguido para 2030”. Esta opinión en apariencia catastrofista viene de alguien que ha hecho gala durante años en Baleares y en toda España de sentido común y de promoción de nuevas modalidades sostenibles de pesca como la captura y suelta: Bernadí Alba, presidente de la Alianza de Pesca Española Recreativa Sostenible (APERS).

¿Cuál es el motivo de esta pesimista afirmación? Hoy, miércoles, 19 de junio, a las 0 horas, ha entrado en vigor el 'cerrojazo' a la temporada de pesca deportiva del atún rojo tan solo tres días después de su comienzo. Las casi 38 toneladas de cuota adscritas por el Ministerio a la pesca recreativa del atún rojo están prácticamente agotadas, según consta en la resolución dictada ayer por Aurora de Blas, directora general de Ordenación Pesquera y Acuicultura.

Este 'cerrojazo' se suma al torrente de restricciones en España para otras especies de pesca de altura, según enumera Alba: “Actualmente una licencia de pesca recreativa de altura es un documento que te prohíbe pescar. Te encuentras que la temporada del atún rojo ha sido de tres días. Por otro lado, solo se pueden pescar tres ejemplares de albacora por embarcación y día”.

No solo eso. Existe una prohibición expresa de pescar pez espada sin aparente justificación, según especifica el responsable de APERS: “El pez espada está totalmente prohibido para la pesca recreativa en España, no así en otros países, sin ninguna argumentación científica ni nada que lo avale. En el Mediterráneo Occidental nunca se habían visto tantas agujas como se ven ahora”.

El punto final a las restricciones llegó el año pasado: “Nos quedaba el dorado, el reproductor de la llampuga, pero con una ley que se sacaron en noviembre de 2023, dicen que solo podemos pescar llampuga desde agosto hasta diciembre. Es cuando solemos pescarla nosotros, pero si fuera de esas fechas enganchamos alguno, no lo podemos pescar, y además es un animal que es casi imposible liberarlo vivo. ¿Qué nos queda? Nos han prohibido la pesca de altura”.

El problema con la pesca recreativa del atún rojo en concreto tiene una doble vertiente para Bernadí Alba. Por un lado el sistema de cuotas lleva a los recreativos a lanzarse al mar el 15 de junio, día que se abre la temporada, en una carrera de ‘tonto el último’ para poder pescar algo y hacerse la foto con un gran ejemplar antes de que se decrete el cierre. “El año pasado la temporada duró cinco días, este año solo han sido tres”, se queja Bernadí Alba “A mí ni siquiera me ha dado tiempo a intentarlo esta vez”.

En su opinión, daría igual que la cuota fuera mayor. Seguiría ocurriendo lo mismo porque solo en Baleares hay 2.500 licencias de pesca recreativa de anexo 3, que permite la captura con limitaciones de especies sometidas a medidas especiales de protección. “Si los pescadores siguen con la obsesión de que tienen que matar el atún para hacerse una foto con él, nunca habrá suficiente para toda la gente” se lamenta.

En España, con ejemplares declarados de 200 o 300 kilos, la cuota de 38 toneladas se completa en pocos días. “En otros países como Italia, son más pícaros”, detalla el pescador, “Allí, en lugar de declarar grandes capturas y hacerse fotos, todos los atunes que pescan 'pesan' 60 o 70 kilos para que consten menos kilos. En lugar de hacerse la foto, los esconden y se lo llevan por la noche para no declararlo. Con prácticamente las mismas toneladas que tenemos en España, ellos pescan hasta septiembre”.

Este es el peligro que el responsable de APERS considera que se cierne sobre la pesca de altura en España: “Si no cambiamos las cosas, me atrevería a decir que para 2030, la famosa agenda 20/30, se habrá acabado con la pesca recreativa en este país. A cinco o seis años vista, o se modifican las normas o la gente se puede tirar al monte y la ilegalidad irá en aumento”, pronostica Alba.

Dos o tres mil euros en equipación

Según explica, un pescador de altura puede gastarse dos o tres mil euros en equipación para una temporada que luego dura tres días. “No se puede pretender con la cantidad de pescadores recreativos que hay y la importancia socioeconómica de esta actividad limitar la cuota a 38 toneladas. Para entendernos, deberíamos hablar de 200 o 250 toneladas para el global de España como mínimo”, se queja.

La segunda vertiente del problema es la normativa: “Hay que cambiar la normativa y el sistema de reparto de cuotas de ICCAT porque no funcionan”. Alba defiende un cambio de sistema para adoptar un ejemplo similar al francés que se basa en el reparto por sorteo de etiquetas para la pesca de atún rojo. “Cada una costaría entre 50 o 70 euros y daría derecho al pescador a salir toda la temporada, desde el 15 de junio hasta el 15 de octubre. Durante ese tiempo podría disfrutar de la pesca del atún rojo haciendo captura y suelta sin problemas. En el momento en que suba a bordo un ejemplar muerto, le pondrá la etiqueta, lo declarará y se acabará la temporada para él”, detalla.

El responsable de APERS aboga por un cambio de paradigma en la pesca recreativa en España: “El fallo más grande de la normativa española es que no tiene en consideración la captura y suelta. Un pescador puede ir buscando por ejemplo albacoras y que se enganche un atún rojo. Yo lo puedo soltar sin subirlo a la embarcación, según consta en la normativa española, pero eso también está prohibido. Si lo hago, el ‘paquete’ no me lo quitará nadie. La captura y suelta está penalizada”.

Alba ya ha solicitado al Ministerio que se valore la puesta en marcha del sistema de etiquetas en España y que también cambie la normativa sobre la captura y suelta. “Tengo esperanzas de que el año que viene las cosas cambien”, anuncia.

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