Álex Pella junto al nuevo trofeo con la imagen de Juan Sebastián Elcano
Convertir la histórica aventura de la primera circunnavegación en un inmenso desafío deportivo es el objetivo del nuevo Trofeo Oceánico JS Elcano, una prueba que pretende conectar pasado, presente y futuro y que se presentó ayer en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz).
El Trofeo Oceánico Elcano reconocerá a todas las embarcaciones y tripulaciones que completen la circunnavegación hacia el oeste, siguiendo la ruta oficial. La prueba, puesta en marcha por OpenSea, con el apoyo de la Asociación 500 Años 1ª Circunnavegación a Vela, cuenta con el respaldo institucional de la Junta de Andalucía, el Ministerio de Cultura, la Diputación de Cádiz y la Armada Española.
El recorrido oficial comenzará en la localidad de Sanlúcar de Barrameda, desde la que se afrontará el cruce y descenso del atlántico. El paso de Sudamérica, una de las grandes dificultades de la gran travesía, podrá realizarse a mar abierto, por el mítico Cabo de Hornos (Chile) o por el Estrecho de Magallanes. Desde allí, la ruta navegará todo el océano Pacífico, hasta el estrecho de Torres (al norte de Australia) y el océano Índico, hasta el Cabo de Buena Esperanza (Sudáfrica). La remontada atlántica, llegará hasta la isla de Flores, al noroeste de las Azores (Portugal), último hito de paso obligado, antes de la llegada a línea de meta, de nuevo en Sanlúcar de Barrameda.
Álex Pella, considerado uno de los mejores navegantes oceánicos del mundo y que desde 2017 ostenta el récord absoluto de la circunnavegación más rápida de la historia (el Trofeo Julio Verne) ha colaborado en la parte deportiva del desafío. “El deporte de la vela es el futuro por ser ecosostenible. El mar es el más desconocido y es el único espacio de libertad que nos queda a los humanos”, ha señalado Pella.
El acto de presentación ha sido clausurado por el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla que ha señalado que “la gloria de las grandes hazañas siempre permanece y hoy con este trofeo retomamos el espíritu del coraje de aquellos marinos que llegaron después de su aventura a Sanlúcar de Barrameda. Una historia cargada de fe, superación y valentía. Por eso, los españoles, nos tenemos que sentir muy satisfechos y trasladar a las futuras generaciones lo que supuso esta hazaña. Y debemos recordarlo con orgullo y ponerlo en su justo lugar. Es un trofeo que nace con vocación de perdurar. Si aquello fue real, esto también lo es”.
Como trofeo, la Armada Española ha creado una escultura única, una pieza de bronce, de más de 30 kilos, donde inscribirán sus credenciales (embarcación, bandera, capitán, tripulantes y tiempo empleado) los equipos que en un futuro logren completar el desafío cumpliendo su reglamento.
El galardón quedará expuesto en el Castillo de Santiago de Sanlúcar de Barrameda, hasta que, en un futuro, la primera tripulación y embarcación que logre completar el desafío, tenga el honor trasladarlo, remontando el Guadalquivir, hasta al museo naval de la Torre del Oro.